Trump, cada vez más solo en la Casa Blanca

Entre las bajas más notables de los últimos meses se pueden contar la del asesor e ideólogo de la ultraderecha, Steve Bannon, quien ayudó a Trump a obtener la presidencia movilizando las bases blancas y de bajo nivel cultural, decepcionadas por los políticos tradicionales.

Escándalos personales, la investigación del FBI por irregularidades en la campaña del 2016 y una creciente preocupación por las consecuencias de permanecer demasiado tiempo en la nueva administración están despoblando la Casa Blanca, donde el presidente Donald Trump está cada vez más solo.

La última de una larga lista en abandonar «el barco» republicano fue la Directora de Comunicación Hope Hicks, quien a sus 29 años era considerada una de las personas más cercanas a Trump, con libre acceso a su despacho.

Su renuncia este jueves llega pocas horas después de comparecer ante el Congreso como testigo en la investigación que lleva adelante el fiscal especial Robert Mueller sobre la campaña electoral de Donald Trump y la posibilidad de que haya colaborado con Rusia para influir en los resultados.

Hicks admitió haber contado «mentiras piadosas» desde su puesto, pero negó haber engañado en nada vinculado a la investigación del fiscal.

Moscú niega cualquier implicación, pero la pesquisa entorno al círculo cercano del presidente ya ha dejado víctimas de alto nivel como su primer asesor de Seguridad Nacional, Michael Flynn.

Hicks es una exmodelo especializada en relaciones públicas, pero carente de experiencia previa en la política. Fue una testigo excepcional de los acontecimientos que llevaron a Trump hasta la Casa Blanca, pues durante la campaña electoral fungió como su asistente personal. Ese estatus no hizo más que aumentar una vez instalado el magnate neoyorquino en el Despacho Oval.

El puesto que ocupaba en la Casa Blanca, Directora de Comunicación, es considerado explosivo. Lo han ocupado cinco personas desde la toma de posesión y la media de permanencia es de 70 días. Pero lo cierto es que la inestabilidad se ha vuelto una constante en la actual administración republicana y no solo por la investigación de Mueller.

Entre las bajas más notables de los últimos meses se pueden contar la del asesor e ideólogo de la ultraderecha, Steve Bannon, quien ayudó a Trump a obtener la presidencia movilizando las bases blancas y de bajo nivel cultural, decepcionadas por los políticos tradicionales.

RobPorter, el encargado del personal en la Casa Blanca, se vio obligado a renunciar el mes pasado tras la filtración de denuncias sobre maltratos familiares. El escándalo llegó luego, cuando se supo que el jefe de Gabinete, John Kelly, tenía información al respecto y no actuó en consecuencia.

Los medios de prensa estadounidense describen un gabinete con baja moral, a la espera del próximo escándalo y con la duda de cuál será la siguiente cabeza en rodar por los pasillos. Cada vez menos figuras de alto nivel republicanas están en disposición de sumarse al gobierno y resulta una verdadera odisea llenar los puestos vacantes.

El diario Washington Post asegura que 245 puestos de importancia en la actual administración permanecen vacíos o con funcionarios interinos.

Además, 41 embajadores de 188 que tiene Estados Unidos en el mundo siguen sin nominar, incluidos puestos claves como Egipto, Alemania y Corea del Sur. El jefe de la misión estadounidense en Panamá, John Feeley, renunció a su puesto a comienzos de este año tras declararse incapaz de servir a la administración de Donald Trump.

Este mismo jueves se confirmó que la embajadora en México, Roberta Jacobson, también abandonará su puesto en los próximos meses. El periódico The New York Times asegura que la renuncia está relacionada con diferencia entre la diplomática y Trump sobre cómo gestionar las relaciones con México. El presidente insiste en asegurar que su vecino pagará por la construcción de un muro en la frontera, algo que rechaza el mandatario mexicano y que supone una afrenta contra el país.

Jacobson, de 57 años, es una de las más prestigiosas especialistas del Departamento de Estado en América Latina. Fue ella quien representó a Washington durante la primera mitad del año 2015 en las negociaciones con Cuba para el restablecimiento de las relaciones diplomáticas y la reapertura de las embajadas.

Pero lo más preocupante, según los analistas, es que apenas se han visto las primeras rachas de la verdadera tormenta que se avecina para la Casa Blanca. El fiscal Mueller continúa su investigación y todavía se descone lo que tiene bajo la manga.

*Tomado de Granma