Por: Oscar Alfonso Sosa
Sin lugar a dudas nunca habrá alianza entre intensas lluvias y el ferrocarril que enlaza a Trinidad con Meyer.
Solo hay que preguntarle a cualquiera de los habitantes de los once asentamientos rurales de montaña que vieron como la furia del río Agabama, con todos sus brazos, los privó de su principal, y en algunos casos, único medio de transporte: el trencito, como le llaman.
En el tramo Manaca Iznaga-Meyer, el más dañado, las aguas provocaron deslaves en la base rocosa que soporta segura las traviesas y rieles del ferrocarril, y en muchos casos, dejó esta estructura en el aire.
Una vez más ese escenario, una vez más las lluvias, una vez más el Agabama. Otra vez, el trencito Trinidad-Meyer, vuelve al inoportuno descanso, hasta que su vía esté lista y segura.
(Tomado de Radio Sancti Spíritus digital)