La actual administración estadounidense proclamó la vigencia de la Doctrina Monroe y en un nuevo despliegue de su política imperial en la región ataca con especial saña a Venezuela, denunció este miércoles el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel.
Nuestra América es hoy escenario de persistentes amenazas, incompatibles con la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, firmada en La Habana por los jefes de Estado y Gobierno, en 2014, en ocasión de la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, manifestó.
En el debate de alto nivel de la Asamblea General de la ONU, el gobernante sostuvo que ante tal amenazador contexto su país reitera ‘el absoluto respaldo a la Revolución Bolivariana y chavista, a la unión cívico-militar del pueblo venezolano y a su Gobierno legítimo y democrático, conducido por el presidente constitucional Nicolás Maduro’.
Rechazamos los intentos de intervención y las sanciones contra Venezuela, que buscan asfixiarla económicamente y dañar a las familias venezolanas; repudiamos los llamados a aislar a esa nación soberana que no hace daño a nadie, expresó.
El presidente de la mayor de las Antillas sostuvo que su nación también se opone a los intentos de desestabilizar al Gobierno de Nicaragua, un territorio ‘de paz y donde se han conseguido notables avances sociales, económicos y de seguridad ciudadana en favor de su pueblo’.
Denunciamos el encarcelamiento con fines políticos del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, y la decisión de impedir al pueblo votar y elegir a la Presidencia al líder más popular de Brasil, agregó.
El jefe de Estado reafirmó la solidaridad con las naciones del Caribe que solicitan legítima reparación por las horrorosas secuelas de la esclavitud, así como el trato justo, especial y diferenciado que merecen.
Reafirmamos nuestro compromiso histórico con la libre determinación y la independencia del hermano pueblo de Puerto Rico, añadió el gobernante, quien también reafirmó el respaldo ‘al legítimo reclamo de soberanía de Argentina sobre las Islas Malvinas, Sandwich del Sur y Georgia del Sur’.
Díaz-Canel reiteró el apoyo a una solución ‘amplia, justa y duradera para el conflicto israelo-palestino, sobre la base de la creación de dos Estados, que permita al pueblo palestino ejercer el derecho a la libre determinación’.
En ese sentido, rechazó la acción unilateral de Estados Unidos de establecer su representación diplomática en la ciudad de Jerusalén, lo que agudiza aún más las tensiones en la región, y condenó ‘la barbarie de las fuerzas israelíes contra la población civil en Gaza’.
También tuvo muestras de solidaridad para el pueblo saharaui; se mostró a favor de la búsqueda de una solución pacífica y negociada a la situación impuesta a Siria; criticó la expansión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte hacia las fronteras con Rusia; y demandó el cumplimiento del acuerdo nuclear con Irán.
‘Damos la bienvenida al proceso de acercamiento y diálogo intercoreano, que constituye la vía para el logro de una paz duradera, la reconciliación y la estabilidad de la península coreana’, agregó el presidente, quien condenó la imposición de sanciones unilaterales e injustas contra la República Popular Democrática de Corea.
(Agencia Prensa Latina)