Por: Juan Carlos Naranjo.
Es notable la recuperación de los manglares en zonas costeras del municipio de Trinidad, al centro sur de Cuba, a tal punto que estos arbustos topan con varios tramos de la vía que conduce a la península de Ancón, un espectáculo que ameniza el paisaje.
La especialista del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente en el territorio, Máster en Ciencias Dalgis Dueñas Boggiano, reconoce que la disminución progresiva de agentes contaminantes, favorece la buena salud de esta masa boscosa, reserva forestal de alto valor.
Los manglares constituyen una barrera natural contra eventos naturales extremos, como fuertes vientos, la salinización, y es refugio de la fauna al ser sitio ideal para que aniden diferentes especies de las zonas costeras, e influye en el clima.
Dueñas Boggiano explicó que la Unidad Silvícola Provincial tenido una participación importante en la recuperación de la vegetación costera de la península de Ancón, donde se han plantado especies autóctonas que ya son visibles por su crecimiento.
Una vez más llamó a la población a preservar los manglares, pues constituyen ecosistemas altamente especializados, los cuales mueren bruscamente cuando alguno de los parámetros de su entorno se modifica.
Los bosques de mangles marcan una transición entre el mar y la tierra; de ahí su gran importancia. Estos poseen ciertas adaptaciones que les permiten sobrevivir y desarrollarse en terrenos inundados de forma permanente o temporalmente, y están sujetos a la influencia de las mareas, con intrusiones de agua salada o salobre.