Por: José Rafael Gómez Reguera.
Para Damarys Pedroso Calzada, regresar al seno familiar constituye algo especial, tras cumplir con su misión en Brasil, donde participaba del programa Más Médicos. Por ello esta doctora trinitaria fue recibida calurosamente por vecinos, familiares y amigos, del Comité de Defensa de la Revolución (CDR) 5, de la zona 19, en la céntrica calle Maceo (antigua Gutiérrez) de la ciudad de Trinidad, donde reside desde hace relativamente poco tiempo.
A pesar de que Damarys y su familia son casi nuevos en este barrio, fue un cálido homenaje, donde estuvieron presentes, además, el delegado de la circunscripción 3 del Poder Popular, Filiberto Esponda Hernández y vecinos de cuadras colindantes de esa área de Punta Brava, en el Consejo Popular Armando Mestre.
Tras los primeros instantes de su llegada, del himno nacional entonado por todos, y del mensaje de bienvenida, la galena sureña agradeció este lindo gesto de su vecindario, y alegre por el retorno, aunque dolida por muchas personas necesitadas y pobres que dejó atrás, expresó que regresaba decidida a cumplir las tareas que se le asignaran, como profesional de la medicina formada por la Revolución cubana.
En el sencillo acto se dio a conocer la posición de respaldo de todos a la decisión del Gobierno cubano y su Ministerio de Salud Pública, de retirar a Cuba del programa Más Médicos, ante las declaraciones ofensivas del futuro presidente del gigante sudamericano, Jair Bolsonaro.
A pesar de sus palabras, se dijo, no se puede ignorar que Cuba ha contribuido a la formación más de 35 mil 600 médicos de numerosas naciones del orbe, cuya calidad es reconocida tanto por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) como por aquellos países a donde nuestros médicos cubanos han ido a prestar servicio incluso en circunstancias excepcionales en los más alejados confines del planeta.
Incluso, el pueblo brasileño, que tenía en el programa Más Médicos una conquista social, aprecia las virtudes de los médicos cubanos y agradece el respeto con el cual fueron tratados por los galenos de la Mayor de las Antillas. Ese mismo pueblo sabe de quién es la responsabilidad de que ellos no pueden seguir con su aporte solidario.