Por: Belkis Nieblas López.
El próximo 24 de febrero, fecha significativa para la patria, cuando celebraremos 124 años del reinicio de nuestras guerras por la independencia, esta vez bajo la dirección de José Martí, los trabajadores del sector del transporte en Trinidad de Cuba, como todos los cubanos, acudirán a las urnas en el Referendo que debe ratificar la nueva Constitución de la República de Cuba.
Esta será una oportunidad para ofrecer respaldo a un texto con visión de presente y futuro, síntesis de la identidad nacional y que define a la sociedad a la cual aspiramos.
Es ocasión para dar el Sí a un documento de avanzada, de y para la democracia, y primera garantía jurídica de quienes vivimos en esta Isla.
Jornada para refrendar una Carta Magna que precisa los valores humanistas de respeto a la dignidad del hombre y reafirma el rumbo socialista de la Revolución cubana, sin dejar cabida a un régimen de saqueo y discriminación.
Los transportistas trinitarios irán a las urnas el 24 de febrero con la satisfacción de haber construido, entre todos, la nueva Ley de Leyes, con la cual Cuba amplía Derechos, refuerza la institucionalidad, transforma la estructura de su Estado en función de atender mejor los reclamos ciudadanos y adapta su legislación a los cambios de la última década, en la economía, para ajustarla al difícil escenario internacional en que debe desenvolverse.