Izquierda española convencida en gobernar con Partido Socialista

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, confió hoy en lograr un acuerdo con el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), que garantice un futuro Gobierno progresista en este país europeo.

Durante un foro organizado en Madrid, Iglesias se mostró convencido de que el grupo parlamentario Unidas Podemos -alianza entre su formación e Izquierda Unida- y el PSOE gobernarán juntos España.

‘Estoy convencido de que vamos a ponernos de acuerdo y vamos a gobernar juntos, pero ese punto de llegada va a implicar un proceso de negociación largo que se iniciará después de las elecciones autonómicas, municipales y europeas’, del 26 de mayo, auguró.

A su juicio, ese proceso implicará muchas horas de conversación, al cual se tendrá que dedicar grandes esfuerzos: ‘habrá momentos mejores y peores en ese diálogo y habrá muchísimas presiones’, acotó el secretario general de la formación antiausteridad.

Se acabaron los ejecutivos monocolores en España y en las comunidades autónomas (las 17 regiones del país), afirmó el político izquierdista, en alusión a la otrora alternancia en el poder entre el PSOE y el conservador Partido Popular (PP).

‘Estamos en una época en la que los acuerdos en torno a bloques programáticos muy concretos y específicos se van a convertir en la realidad’, aseveró.

Durante su intervención, Iglesias apuntó que en Europa, tras la crisis y la precarización, se vive un cambio de modelo de gobernabilidad.

Una tendencia que, según su opinión, en España se tradujo en la fragmentación del espacio político que acabó con el sistema bipartidista (PSOE-PP), el cual se apoyaba en las grandes agrupaciones nacionalistas vascas y catalanas.

Para Iglesias, este país ibérico tiene que ser ‘alternativa al modelo italiano’, y referencia para la protección de los servicios públicos que son, señala, ‘garantía del aumento de la capacidad de consumo de los sectores sociales’.

En las elecciones generales del pasado 28 de abril, Unidas Podemos pasó de tercera a cuarta fuerza parlamentaria, al obtener 42 escaños en el Congreso de los Diputados, frente a los 71 conquistados en 2016.

El PSOE resultó la agrupación ganadora con 123 representantes en la Cámara Baja, aunque lejos de la mayoría absoluta para gobernar en solitario, fijada en 176 de un total de 350 bancas.