Muhammad-Bande, de 62 años de edad, fue elegida por aclamación, indicó la actual presidenta de la Asamblea General, María Fernanda Espinosa.
El diplomático nigeriano fue director general del Instituto Nacional de Política y Estudios Estratégicos de su país y posee también una maestría en Ciencias Políticas de la Universidad de Boston y un doctorado en Ciencias Políticas de la University of Toronto.
Según expresó en un diálogo interactivo efectuado el pasado 13 de mayo, quiere priorizar en su presidencia el establecimiento de alianzas de cara a abordar los acuciantes problemas globales.
El cambio climático, el calentamiento del planeta, el terrorismo, las pandemias mundiales, la pobreza, el hambre, el analfabetismo, las desigualdades y la amenaza nuclear estuvieron entre los desafíos mencionados por el embajador.
A su juicio, el cambio climático y el terrorismo son asuntos que con urgencia la Asamblea General debe seguir atendiendo y dar prioridad, así como lo referido a la paz y la seguridad.
También se refirió al debate constante del tema de las armas nucleares y de exterminio en masa, e insistió en que solo la acción colectiva puede ayudar a resolver tales problemas.
El embajador nigerario habló de la relevancia de lograr mayor inclusión, avanzar en la igualdad de género y lograr el respeto de los derechos de mujeres, niños y jóvenes.
Muhammad-Bande sucederá en el cargo a la actual presidenta de la Asamblea General de la ONU, María Fernanda Espinosa, la cuarta mujer que ha ejercido esa responsabilidad.
La presidencia de la Asamblea cambia cada año por medio de una rotación establecida entre los cinco grupos geográficos que la componen: África, Asia, Europa del Este, América Latina y el Caribe, y Europa Occidental. (Agencia Prensa Latina)