Con una moderna tecnología y un costo que supera los 110 millones de pesos, se construyen dos nuevos hoteles en la península de Ancón que incrementará los atractivos turísticos del polo trinitario, al centro sur de Cuba
Por: Carmen Rodríguez
Trinidad con sus chinas pelonas y antigüedades de más de medio milenio, un Valle de los Ingenios que no existe en otra parte del mundo y una ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad, se adentra en el siglo XXI con una imagen detenida en el tiempo que poco a poco se ha ido codeando de tú a tú con lo contemporáneo.
A unos 12 kilómetros, cerca de las montañas, al sur de la otrora villa Manzanilla y a la vera del Caribe, la península de Ancón deviene un gran emporio de desarrollo de la hotelería a lo largo de una de las mejores playas de la costa sur cubana.
Para ello, como parte de un gran proyecto que sumará miles de habitaciones, hay señaladas grandes inversiones que comenzaron con la construcción de los hoteles Meliá Trinidad e Iberostar Ancón, este último previsto para iniciarse en el segundo semestre del año en curso.
“Tras una primera fase donde la Empresa de Construcción y Montaje de Sancti Spíritus concluyó el movimiento de tierra en lo que será el hotel Meliá Trinidad, se acometió la cimentación que dio paso a la parte estructural, en tanto fuerzas de la ECOI-25 de Villa Clara realizan las labores de movimiento de tierra del hotel Iberostar Ancón, perteneciente a la empresa mixta Trinidad Hoteles”, explicó Reiner Rendón Fernández, delegado del Ministerio del Turismo en Sancti Spíritus.
UN CUATRO ESTRELLAS PLUS
Muy cerca del mar y pegada al hotel Costasur, comienza a entreverse la estructura montada sobre la extensa área donde crece el hotel Meliá Trinidad, que funcionará con categoría de cuatro estrellas plus y se construye a través de la Asociación Económica Internacional, un modelo de inversión extranjera.
Para el arquitecto Yeiner Martín Dubernal, vicedirector general de esa organización, comienza una novedosa forma de construir concebida para que la parte foránea ponga las maquinarias y los equipos, así como la tecnología y el asesoramiento, y Cuba, el capital de trabajo y financiero para la compra de suministros nacionales.
Una especie de cajones plásticos cubren toda la plataforma donde todavía no hay estructura alguna; se trata de una tecnología de cimentación que permite, según los entendidos, reducir considerablemente el volumen de hormigón y mallas a la vez que ofrece la posibilidad de dejar los pares para la instalación de tuberías y conexiones sanitarias.
De igual manera, garantizan estabilidad, evitan los daños estructurales que puedan provocar la humedad del manto freático en las paredes y deja listo el acero en espera de los muros. Bajo los ojos previsores de Horacio y Aleggio, entre otros asesores italianos, unos 150 hombres de la Empresa de Construcción y Montaje de Sancti Spíritus y Construcciones Dinvai S.A empiezan a dar forma a lo que será la mayor obra del Turismo en la provincia.
“Otra novedad en materia de tecnología constructiva es que, concluida esta fase, se coloca una malla de acero, se encofra por el sistema de moldes por ambos lados, y cuando se desencofra quedan hechos los muros. Con esa tecnología se funde una habitación diaria”, precisa Yeiner.
DESARROLLO Y TURISMO
Cerca, a unos pocos kilómetros, en el mismo centro de la zona más populosa de la playa Ancón, buldóceres y motoniveladoras revuelcan el terreno de la zona y dan los toques finales al movimiento de tierra del futuro hotel Iberostar Ancón, que tendrá categoría de cinco estrellas.
“Ambas instalaciones tienen al día su cronograma de ejecución, algo que debe fluir mejor que en obras anteriores, ya que para ello existe una infraestructura, que incluye la creación de un batching plant con una capacidad productiva de 900 metros cúbicos de hormigón en 10 horas. También se ha instalado allí un molino capaz de convertir en áridos la china pelona procedente de Algaba, de modo que ya no hay que trasladarla desde canteras ubicadas a gran distancia”, aclaró Reiner.
Los dos hoteles estarán emplazados en las excelentes playas de la península, donde también se ubican el Trinidad del Mar, el Costasur y el Ancón, este último en proceso de ampliación.
“El Meliá Trinidad cuenta con una buena extensión de franja de costa y ya se trabaja para mejorar la duna con dragados para retirar el mangle. Se trata de una zona que no es de baño, pero se pueden crear las condiciones para ello”, aclaró
El verano casi comienza y la playa es la primera opción de la etapa estival, pero para tranquilidad de los espirituanos los especialistas aseguran que la construcción de dos nuevos hoteles no interfiere para nada en el disfrute de las playas del territorio, toda vez que, aun cuando los trabajos incluyeron la demolición de las viejas taquillas, la franja costera se mantiene libre para el disfrute de los veraneantes.
Pese a que se trata de una obra entre empresas mixtas, no se puede dejar a un lado que así se invierte en muchas partes del mundo; al parecer se encontró la fórmula para poder levantar hoteles en Trinidad sin que ocurran las vicisitudes del Pansea y Palacio Iznaga, de modo que habrá que verlo como una alternativa y un buen negocio para tener lo más difícil, el financiamiento, y asegurar equipos para futuras construcciones con otro esquema de inversión.
Empresarios del Turismo y los propios trinitarios están convencidos de que el futuro de ese polo turístico es amplio, por todo lo que puede ofrecer con sus playas y un entorno de naturaleza en aras de potenciar en la provincia una industria recreativa que aspira en casi una década sobrepasar las 10 000 habitaciones. (Escambray.cu)
