Trump, quien anunció los posibles gravámenes el último 30 de mayo, pretende con esa medida, la cual es rechazada por diversas voces, que la nación vecina ejecute acciones para revertir dicha situación en el área limítrofe.
Ayer, el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, recibió en la mansión ejecutiva al canciller mexicano, Marcelo Ebrard, y el encuentro se celebró a puerta cerrada, con la participación además del jefe de la diplomacia del país anfitrión, Mike Pompeo, y otros representantes de las dos naciones.
Según el secretario de Relaciones Exteriores de México, cada parte defendió sus argumentos de manera firme, y como era de esperar en una cita de solo dos horas de duración no se pusieron completamente de acuerdo.
Por eso, agregó Ebrard en una conferencia de prensa en la Embajada mexicana en Washington D.C., se decidió seguir este jueves con las negociaciones, durante las cuales se plantearon asuntos que deben ser estudiados detalladamente.
Ambas partes coincidimos en que la situación no puede seguir como ahora, se compartieron números y, efectivamente, los flujos están creciendo demasiado, expresó el canciller en referencia a la alta cifra de inmigrantes indocumentados que intentan acceder a Estados Unidos a través de México.
Ebrard precisó que no discutieron los gravámenes en sí, y las conversaciones se centraron en el tema de la inmigración, sobre el cual cada país dio su punto de vista.
Subrayó que mientras la administración de Trump quiere acciones a corto plazo y con efectos inmediatos, México estima que el problema precisa además de medidas a largo plazo y no punitivas.
A criterio de las autoridades mexicanas, se trata también de abordar las condiciones de violencia y las carencias existentes en Centroamérica.
Previo a la comparecencia de Ebrard ante reporteros, Trump escribió en su cuenta personal de la red social Twitter que hubo progreso en las conversaciones, pero lo consideró todavía insuficiente y mantuvo la amenaza de las tarifas.
También culpó del incremento en el arribo de indocumentados a México y los demócratas del Congreso, a quienes acusa de querer fronteras abiertas y crímenes.
Recalcó que las negociaciones bilaterales continuarán ‘con el entendimiento de que, si no se llega a un acuerdo, las tarifas del cinco por ciento comenzarán el lunes, con aumentos mensuales según lo programado’. (Agencia Prensa Latina)