Por: Mary Luz Borrego
En un escenario mundial bien hostil con respecto a los derechos de la mujer, víctima del machismo, la violencia, las guerras y otras muchas calamidades, la Organización de Naciones Unidas (ONU) ha desarrollado cuatro conferencias mundiales sobre las féminas, la última de ellas en Beijing en 1995.
Este encuentro, que marcó un importante punto de inflexión para la agenda mundial de igualdad de género, generó la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, adoptada de forma unánime por 189 países.
Estos documentos, que constituyen un programa en favor del empoderamiento de la mujer, establecen una serie de objetivos estratégicos y medidas para el progreso del sexo femenino y el logro de equidad en una docena de esferas cruciales: educación y capacitación, salud, violencia, economía, ejercicio del poder y la adopción de decisiones, los derechos humanos, el medio ambiente, etcétera.
A pesar de las distancias y de las diferencias en cuanto a la situación de las féminas en Cuba, aquí se mantiene un continuo seguimiento a estos acuerdos internacionales y se toman múltiples acciones en su beneficio.
En la provincia espirituana, aunque el empoderamiento de las mujeres aún dista mucho de lo soñado, los avances resultan tangibles en la mayoría de los sectores, por ejemplo en la salud pública, donde laboran más de 13 600 féminas, casi el 70 por ciento de la masa trabajadora de esa esfera.
El Consejo de la Administración Provincial analizó recientemente esta temática y en el informe debatido se asegura que en el territorio se han atendido alrededor de 5 050 mujeres en consultas de patología de cuello, se han realizado 2 300 mamografías, se encuentran en instituciones para el adulto mayor —hogares de ancianos y casas de abuelos—, cerca de 880 ancianas, se atienden 262 embarazos adolescentes y 2 074 parejas infértiles.
Por otra parte, al trabajo por cuenta propia han accedido cerca de 7 800 mujeres; se han desarrollado acciones dirigidas a la creación de las condiciones mínimas para el cuidado de niños y ancianos; se ha logrado la protección de casi 200 madres de hijos con discapacidad severa; y se han ubicado más de 500 asistentes sociales a domicilio para casos que lo necesiten.
Mientras, en el sector educacional se han presentado opciones de superación para las féminas que no trabajan; se ha potenciado la información profesional y la divulgación para su incorporación en los perfiles de Técnico Medio y Obrero Calificado; en la formación pedagógica de nivel medio el 70 por ciento de la matrícula es del sexo femenino; mientras que cerca de 23 900 madres se benefician con la atención que reciben sus hijos en los círculos infantiles, en el programa “Educa a tu Hijo”, entre otras opciones. (Radio Sancti Spíritus)