El 1er. Foro de Gobernanza de Internet en Cuba permitió intercambiar sobre el uso seguro y responsable de la red de redes, el desarrollo local, la economía digital, así como los desafíos éticos, jurídicos y culturales en el entorno tecnológico
Por: Loraine Bosch Taquechel
Internet ha cambiado por completo todos los aspectos de la sociedad contemporánea, por lo que su uso debe ser en función de aumentar el conocimiento y desarrollar el capital humano. Así lo afirmó María Esther Alfonso, presidenta ejecutiva del Comité Organizador del 1er. Foro Nacional de Gobernanza de Internet, que sesionó en el Palacio de Convenciones de La Habana.
La también vicepresidenta primera de la Unión de Informáticos de Cuba (UIC), destacó que se trata de un espacio propicio para promover acciones que contribuyan a elevar la cultura de la población, crear políticas públicas que apoyen el desarrollo local, y permitan aunar esfuerzos para contribuir a una internet con justicia social y al desarrollo sostenible, desde un uso seguro de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones.
En búsqueda de una inclusión digital
¿A partir de qué edad y para qué usan internet los niños y adolescentes cubanos? ¿Cómo impactan las redes sociales en este grupo? ¿Cuán preparados están los más jóvenes para el uso responsable de la red de redes?
En torno a estas interrogantes se debatió en el panel de Inclusión digital, en el que representantes de varias provincias y organismos como el Ministerio de Educación (Mined), los Joven Club de Computación y Electrónica, el Ministerio de las Comunicaciones junto con representantes de la sociedad civil y la academia intercambiaron experiencias sobre el uso responsable de internet y la cultura tecnológica en sus territorios.
Yenia Díaz Govea, miembro de la UIC, presentó la ponencia Uso responsable de internet en los niños y las niñas, a partir de la necesidad de fomentar un uso seguro de la red de redes en esta parte de la sociedad civil.
Esta artemiseña hizo alusión en su propuesta a la investigación de la periodista española Estefanía Esteban, en la que explicó que su hijo con apenas dos años movía a su antojo las ventanas de la pantalla del tablet y encontraba sin problemas lo que buscaba. Con cinco, navegaba por la red y aunque no sabía escribir, localizaba en YouTube todo lo que le interesaba.
«Por eso me choca que el último estudio sobre acceso a internet de los niños marque los siete años como el comienzo de la aventura. Sé que muchos comienzan antes. La nueva generación no ha tenido que aprender como nosotros. El conocimiento de internet es algo innato en ellos. Crecen rodeados de aparatos fascinantes que les permiten acceder a toda la información que quieran. No son capaces de imaginar el mundo antes de internet», destaca el estudio.
A lo que más adelante agrega que el problema de comenzar a utilizar la red tan pronto es la vulnerabilidad de los niños. «Es como si navegaran a bordo de una pequeña balsita a merced del temporal, tiburones, sirenas, villanos y piratas. Su inocencia les hace confiar en todos y de todo».
En ese sentido, Estefanía Esteban señala que la solución no está en prohibir el acceso de los niños a internet, sino en comenzar desde muy pronto a informar, advertir y, cuando son muy pequeños, los padres deben mantenerse alerta y vigilar.
«El problema no está en que internet sea un lugar peligroso para los niños. El problema está en que los padres no los preparamos para ese mundo ni les ofrecemos las herramientas necesarias para que naveguen seguros. Información, límites y vigilancia, para mí son claves» afirma la investigación.
Y el caso cubano no está exento de ello, pues somos testigos de la facilidad con que los niños manejan las tecnologías, a pesar de no saber exactamente cómo hacerlo. Es por ello —explicó Díaz Govea— que realizamos varias actividades, como es el caso de las escuelas de padres, donde se ofrecen consejos sobre cómo controlar el uso de internet, la importancia de que compartan actividades con los niños, de que las computadoras se ubiquen en zonas visibles por la familia, que regulen horarios, a la vez que actualicen y revisen los programas que los niños utilizan para un buen uso educativo.
En esa misma línea estuvo la ponencia El impacto de las redes sociales en los adolescentes, de la estudiante de séptimo grado Anaira Melissa Navarro, en la que explicó las consecuencias que puede tener en los jóvenes el mal uso de estas plataformas.
Con tan solo 13 años, esta estudiante espirituana comentó cómo la mayoría de los adolescentes tienen perfiles en redes sociales, especialmente Instagram y Facebook, y pasan cerca o más de dos horas al día en estos sitios, y cómo influyen estos en los modos de vida y comportamiento.
Señaló desde su experiencia la necesidad de capacitar a los más jóvenes, trazar estrategias y políticas en función de realizar un buen uso de las redes sociales. «Tal vez una de las acciones para contrarrestar esta situación pueda ser la comunicación con la familia, especialmente los padres, que estos tengan noción del uso que hacen sus hijos de estos sitios», afirmó la ponente más joven del evento.
Economía Digital = Sociedad Digital
Varias cuestiones estuvieron a debate en una mesa redonda sobre economía digital, principalmente la premisa de que para que esta exista debe haber una sociedad digital en la que se garantice la operatividad y calidad del servicio que se ofrece.
Luis Guillermo Fernández, director de la Empresa de Aplicaciones Informáticas Desoft, llamó la atención sobre la importancia de tener en cuenta al cliente y ponerse siempre en el lugar de este, pues si ya estamos en un entorno de comercio electrónico hay que pensar en los derechos del consumidor en el entorno digital.
En ese sentido el invitado Carlos Rubio compartió la preocupación de que a veces la persona que dirige o se involucra en el proceso no es consciente de la dimensión del asunto. «Cuando hablamos de comercio electrónico y economía digital deben estar implicados todos los sectores, y deben sentirse a la vez parte del proceso. El discurso va por un lado y los hechos van por otro, hay que pensar en el cliente, ponerse en su lugar, facilitarle las cosas» señaló.
Por su parte Magda Arias Rivera, profesora titular del Centro de Estudios en Técnicas de Dirección de la Universidad de La Habana, se refirió a la necesidad de reconocer que nos falta conocimiento y de ver a internet como una valiosa fuente de información. Por ello insistió en que los directivos y especialistas no pueden dirigir al margen de ese conocimiento, urge el fomento de una cultura económica aparejado a la cultura de una economía en internet.
Durante el encuentro, el director de la empresa Tecnomática, Armando Estévez, comentó que con la economía digital surgen nuevos servicios y productos, por lo que Cuba debe buscar los propios teniendo en cuenta sus características. Y, en cuanto al tema de la capacitación, Ramón Labañino, vicepresidente de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores, destacó el aporte que puede hacer la organización en materia de economía digital.
Buenas prácticas y apropiación social
Los desafíos éticos, jurídicos y culturales de internet para los diferentes actores de la sociedad civil fue otro de los temas abordados en el panel de buenas prácticas, que le correspondió a miembros de la Unión de Periodistas de Cuba.
Y en ese sentido la investigación de los periodistas Ana Esther Zulueta Avilés y Roberto Díaz Martorell propuso un manual de buenas prácticas a lo interno de Cuba, donde se vive un dinamizador contexto de informatización en función de lograr una sociedad basada en el conocimiento y en el pleno derecho de todos sus integrantes en igualdad de condiciones.
«Se trata de asumir actitudes de conciencia colectiva sobre el respeto de las libertades y de los bienes amenazados por una utilización indebida del ciberespacio y un paso hacia la búsqueda del adecuado equilibrio entre las cuestiones globales y locales, lo cual presupondría encontrar los principios comunes necesarios de cara a un modelo inclusivo de gobernanza» afirmaron los ponentes.
Destacaron además el papel de las familias y el sistema educacional en torno al uso responsable de internet en nuestro país, donde el proyecto social está centrado en el hombre y se vive un proceso de informatización de la sociedad bajo los principios de defensa de la Revolución; ciberseguridad, sostenibilidad y soberanía tecnológica y acceso de los ciudadanos al empleo de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones. (Tomado de Juventud Rebelde)