Cuba: Especial protección de las playas ante el cambio climático

Por: Jorge Luis Moreira Massagué

Las playas cubanas están expuestas a eventos como la erosión costera, el aumento del nivel del mar, el retroceso de sus límites, y la contaminación ambiental, fenómenos que se han incrementado en los dos últimos siglos como consecuencia de la actividad humana.

Esas transformaciones se hacen más notorias por los efectos del cambio climático, por lo cual el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma) presta especial atención a estos ecosistemas, imprescindibles en el desarrollo turístico y por contar en esos sitios con asentamientos humanos.

De ahí que dentro del Plan de Estado para el enfrentamiento al cambio climático la tarea III promueva programas de conservación, mantenimiento y recuperación de las playas encaminados también a la reducción de las vulnerabilidades relacionadas con el patrimonio construido.

En esas acciones la delegación territorial del Citma en Camagüey, y su Centro de Investigaciones de Medio Ambiente, el Cimac, y otros organismos como el Ministerio del Turismo, tienen el reto de preservar los más de 100 kilómetros (km) de playas que posee esta provincia centro-oriental, la de más costas y más extensión territorial de Cuba.

Camagüey abarca además de la costa interior al norte y la del sur, una gran parte del archipiélago Sabana-Camagüey, colindando con el Canal Viejo de Las Bahamas, conocido como Jardines del Rey, el más extenso y numeroso de los cuatro que rodean la isla de Cuba, y hacia el Golfo de Santa María, en el sur, la mayor parte de Jardines de la Reina.

Con el objetivo de vigilar el comportamiento de las diversas características naturales y los cambios que puedan generarse existe una red de monitoreo del impacto del cambio climático en toda esa región, la cual en opinión de especialistas del Cimac es de las más sólidas de Cuba.

También tiene el mérito de tributar información sobre el comportamiento de esos fenómenos en la región del Caribe, debido al alcance de sus estudios, enfocados en esta parte de la zona.

Esos puntos se encuentran situados en los escenarios fundamentales de trabajo determinados: Cayo Cruz, Cayo Romano, Cayo Sabinal, el balneario de Santa Lucía y playas interiores, las que suman 58 en total, de ellas 34 ubicadas en la costa norte y 24 en la sur; así como 25 playas en la cayería norte y 20 en la del sur.

Todas evidencian procesos erosivos, principalmente por causas naturales, y sobresale la existencia de escarpes.

Santa Lucía, con 22 km de playas, se convierte en uno de los escenarios más importantes de la labor de especialistas y personal del Citma, por tratarse del principal polo turístico del territorio, y albergar parte de la barrera de arrecifes de coral de más de 400 kilómetros de largo, considerada entre las más importantes del planeta.

Estudios realizados desde el 2007 en el frente de playa Santa Lucía confirman que se han perdido 10 mil 715 metros cúbicos de arena, significativo si se tiene en cuenta que en el ecosistema las fuentes de aporte están deprimidas y la dinámica de sedimento no es tan significativa.

El frente de playa del hotel Tararaco es uno de los más afectados dentro del sector hotelero, sometido además de los procesos naturales a una fuerte acción del hombre, donde la pérdida de arena ocurre principalmente por el inadecuado proceso de limpieza de la orilla que acumula el llamado sargazo, especie marina que abunda en esa zona de la costa norte camagüeyana.

Hacia el mejoramiento de este y otros procesos para preservar los valiosos recursos naturales que poseen las cuatro zonas establecidas, priorizadas en la Tarea Vida, la provincia emprende acciones diversas como la restauración de las dunas en nueve sectores, entre ellos el de la zona de playa del hotel Caracol, la de mayor estabilidad, y la rehabilitación de otros tres con pequeños vertimientos desde la reutilización de la arena de playa.

También se buscan alternativas para minimizar el impacto de la limpieza con una prueba piloto que valide la utilización de una hiladora, capaz de agrupar los volúmenes de arena en una línea, secarla y prepararla para su recolección.

Además, se proyecta realizar mejoras a la máquina de limpieza de playa utilizada en la actualidad, a fin de incrementar su eficiencia y a la vez disminuir el volumen de arena que se lleva de la playa.

Aún son grandes los retos en Camagüey como en toda la nación antillana para el enfrentamiento al cambio climático, con notable incidencia en las playas, escenario de la actividad turística, uno de los sectores que más ingresa a la economía nacional.

Lo que se hace en Santa Lucía, y en el resto de las costas camagüeyanas, con la guía del Citma y otras entidades investigativas y de cooperación, constituye una muestra de la importancia concedida a estos programas que buscan salvaguardar la vida humana como objetivo fundamental.  (Agencia Cubana de Noticias)