En Sancti Spíritus, la agricultura surca la adversidad y aporta

Para el acarreo de las producciones ha sido determinante el uso de la tracción animal. Foto: José Luis Camellón Álvarez/ Escambray.

La limitación de combustible acorta la preparación de tierra y la siembra, pero los productores espirituanos laboran duro para que el campo no deje de parir cosechas

Por: José Luis Camellón

Parecía que las guardarrayas se convertirían en bancos donde los productores se sentarían a esperar porque el petróleo moviera la tierra; parecía que a las fincas y sitierías les llegaba un anillo para justificar la improductividad; sin embargo, no son los hombres y mujeres del campo los más idóneos a la hora de aplicar el tele-trabajo desde las casas, mucho menos acogerse a las vacaciones en un mes determinante en el programa agroalimentario.

Luego de dibujar desde finales de agosto las estrategias y el alcance de la campaña de frío, las noticias que en septiembre removieron la vida misma del país también tuvieron repercusión en la campiña espirituana, de ahí que a todos los niveles la Agricultura destapó cuanta alternativa sirviera para surcar la adversidad energética, reprogramar la plantación, atender cultivos, animales, no dejar de recoger las cosechas y distribuir alimentos.

“¿Quién dijo que voy a sentarme porque hay poco combustible?, en mi finca no se descansa, estoy sacando plátano porque con el poco petróleo que entra se organizó un sistema de recogida dos veces a la semana; con caballo o con bueyes, pero estos plátanos suben para el camión y van a llegar al punto de Acopio, nada se va a perder”, expresó desde lo hondo de El Maizal, Julio César Domínguez Rodríguez, usufructuario de la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) El Granma.

“No he dejado de hacer el esfuerzo, espero que la situación mejore y poder sembrar ajo y frijol”, aseguró Yunieski Contreras. Foto: José Luis Camellón Álvarez/ Escambray.

LABORES CON TRACCIÓN ANIMAL

La limitación de combustible trae consigo un acortamiento en la preparación de tierra y la siembra, actividades muy ligadas al empleo de la maquinaria, sin desconocer que sobre la tracción animal descansa ahora mismo buena parte del laboreo agrícola que concentra acciones en aquellos suelos con mayor adelanto en el alistamiento y, sobre todo, donde existen alternativas de riego de agua con electricidad para explotar en los horarios autorizados.

“Respondiendo a una indicación del país hemos dado prioridad a la siembra en las áreas de las 16 máquinas de riego activas actualmente en la provincia —hay dos sin funcionar—, intencionando los cultivos de ciclo corto y las hortalizas que descargarán a fin de año; también se protegen zonas y productores que tienen sistemas de bombeo de agua y un alto protagonismo en el aporte de alimentos al pueblo”, declaró Alberto Reina Montiel, subdelegado en la Delegación Provincial de la Agricultura.

De las más de 5 700 hectáreas programadas para sembrar en septiembre, se reportan plantadas cerca de 3 000 y se estima concluir el mes con alrededor del 60 por ciento de lo previsto, previéndose la afectación principal en las áreas de secano, añadió Reina Montiel.

“Es imposible cumplir lo planificado inicialmente —subrayó—; no obstante, el empeño de los productores ha sido muy digno, muchos han comprado con su dinero el combustible en los Cupet, otros han tenido que cosechar por las tardes porque en cada lugar se busca utilizar al máximo las capacidades de los camiones y emplear la tracción animal en la distribución donde quiera que sea posible, porque esa actividad también ha sido afectada”.

A pesar de las limitaciones los productores buscan alternativas para atender los cultivos. Foto: José Luis Camellón Álvarez/ Escambray.

Valga añadir que hay productores que compraron 1 000 litros de petróleo para roturar el suelo, eso equivale a pagar 1 000 pesos convertibles. “Prácticamente la mayor parte de la tierra que se ve hoy preparada ha sido con tracción animal o con combustible adquirido por los propios productores”, destacó Eduardo Jiménez Calzada, jefe del Departamento Agrícola.

Si la cosecha y distribución han podido sortear la adversa circunstancia derivada de las medidas del gobierno norteamericano para impedir el arribo de combustible a la isla, en buena parte obedece al esquema de acopiar las producciones dos veces a la semana en las diferentes rutas organizadas.

“Hay zonas como Seibabo y San Andrés, donde se empieza a cosechar muy temprano y se termina a veces de noche, pero se logra concentrar con tracción animal un alto nivel de comida en un punto con destino a zonas urbanas como Sancti Spíritus y Trinidad; esa estrategia reduce los días de cosecha, favorece el uso del transporte y el combustible”, explicó Jiménez Calzada.

La contingencia ha obligado a los agricultores espirituanos a añadirle precisión y control a cada labor, a corregir defectos y abastecer más asentamientos rurales o zonas periféricas de las cabeceras municipales directamente con las bases productivas usando la tracción animal, una esencia definida desde la creación del programa de la Agricultura Suburbana.

“La política no es atomizar los recursos, teóricamente en la planificación vamos a proteger unas 9 000 hectáreas de cultivos varios en esta campaña, lo poco que ha llegado no alcanza, lo que se ha hecho es ponerlo en un grupo de productores que tienen condiciones para producir y donde existe una garantía de que esa comida viene toda para el Estado, hablamos de renglones como el frijol, la cebolla blanca o el tomate”, resaltó Jiménez Calzada.

“La recogida coordinada de la cosecha ayuda a emplear racionalmente el combustible”, destacó Julio César Domínguez. Foto: José Luis Camellón Álvarez/ Escambray.

RESPUESTA EN EL MAIZAL

A El Maizal se le considera el escenario agrícola más apartado de todo el municipio de Sancti Spíritus; mas tal alejamiento no ha impedido que de las áreas de la CCS El Granma salga actualmente alrededor del 20 por ciento del abastecimiento alimentario demandado por la capital provincial, según directivos de la Empresa Agropecuaria Banao.

La fortuna de ese paraje, más pegado al mar que a la ciudad espirituana, no radica solo en la fortaleza de la cooperativa, la fertilidad de los suelos, los 27 productores con sistemas de riego electrificado en sus fincas o las 630 hectáreas bajo riego por gravedad —una bendición en todo momento—; la verdadera riqueza de El Maizal brota de la voluntad de sus cosecheros que sufren con mayor agudeza las carencias de combustible, pero derrotan su lejana posición geográfica con una reconocida obra productiva.

“Las alternativas en las zonas de El Maizal y Guayacanes son más difíciles, tenemos productores hasta a 25 kilómetros de Banao, caminos intransitables; sin embargo, la gente le ha puesto el pecho al problema y, con caballo, con bueyes, con picos, pero aquí los campesinos no se han parado, han sembrado lo que han podido, están guapeando con los cultivos y las cosechas”, explicó Julio Dartayet Coca, presidente de la CCS El Granma.

Para aquilatar la magnitud del acortamiento de combustible en la campiña espirituana y su impacto en el laboreo agrícola, bastaría el ejemplo de esta entidad: la asignación en septiembre llegó a 150 litros; en meses anteriores rebasó los 3 000 litros.

“La comida de los meses venideros se va comprometiendo porque se ha frenado mucho la preparación de tierra, los semilleros, después se podrá sembrar, pero se van desfasando las cosechas; claro, el ánimo de los campesinos, la decisión de seguir guapeando está”, subrayó Eldis Guevara, productor y secretario del núcleo del Partido en la cooperativa.

En el polo agrícola Banao puede impactar más que en otras zonas la limitación de combustible, porque la campaña de frío representa allí el 70 por ciento de la plantación del año y, por tradición no es un territorio donde la tracción animal tenga un protagonismo arraigado, explicó Isidro Hernández Toledo, director técnico productivo en la Empresa Agropecuaria.

“Esta situación crea atrasos, pero entrando el combustible en 15 días está virado al revés el suelo de Banao y se pueden recuperar las actividades; los productores están respondiendo, han buscado alternativas para no detenerse, porque se trata de sumar entre todos muchos poquitos”. (Tomado de Escambray.cu)