Por: Mariley García Quintana
El envejecimiento constituye hoy un reto para América Latina y el Caribe, región donde el patrón de la dinámica poblacional señala que, llegará un momento en el cual el número de nacimientos será igual a la cantidad de personas de 65 años.
Esta etapa, denominada como “sociedad envejecida”, encuentra en Cuba uno de los territorios latinoamericanos que hoy rehace sus planes de desarrollo y economía en función de los adultos mayores, fenómeno dado por la elevada esperanza de vida en la nación antillana, donde las mujeres alcanzan los 80,45 años y los hombres 76,5.
Las dos tendencias que han propiciado la ola de envejecimiento son la disminución relativa de jóvenes y el crecimiento del número de adultos mayores.
A este patrón de población los estudios le llaman “transición demográfica”, y es provocado por el paso de altos niveles de fecundidad y mortalidad desde los años cincuenta del siglo XX, hacia bajos niveles de dichas tasas en la presente centuria.
Y es que, la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), informa que actualmente hay 84,9 millones de personas mayores, que representan el 13% de la población de dicha región, en el 2030 este representará el 16,7% y en 2050, uno de cada cuatro latinoamericanos y caribeños será adulto mayor.
En el caso cubano, más del 20 % de los habitantes ya peinan canas y sobrepasan las seis décadas de vida, lo cual, si bien resulta un logro del sistema de Salud Pública, representa igualmente un reto, debido a que la fecundidad está por debajo del nivel de sustitución poblacional, explicó Juan Carlos Alfonso Fraga, director del Centro de Estudios de Población y Desarrollo de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI), a Cubadebate.
Si a la elevada esperanza de vida se le suma el problema de la migración y la baja natalidad, como consecuencia en gran medida de la alta profesionalización de las féminas cubanas y sus responsabilidades en todas las esferas de la sociedad, ello tiene como resultado que el país priorice programas de atención no solo a los ancianos, sino también a las mujeres en edad fértil.
Según el anuario demográfico cubano publicado por la ONEI, Villa Clara, La Habana y Sancti Spíritus continúan siendo los territorios más afectados por este fenómeno. La población villaclareña posee un promedio de edad de 44,5; La Habana de 43,2, mientras que los espirituanos llegan al 43,1.
Los 10 municipios más envejecidos del país son Plaza de la Revolución con un 27, 6 % de población con 60 años y más, le siguen Placetas con 25,2 Unión de Reyes, Remedios, Encrucijada, Quemado de Güines, Camajuaní, Fomento y Florencia, seis de los cuales pertenecen al territorio villaclareño.
Lo cierto es que ante esta tendencia, el gobierno cubano continúa otorgando protagonismo a la creación de condiciones que ayuden a sobrellevar el problema, dígase la ampliación de las consultas de Geriatría en los niveles primarios de salud, la creación y/o reparación de las Casas de Abuelos y los Hogares Maternos, así como el mantenimiento de la atención priorizada a las embarazadas y los recién nacidos. (Agencia Cubana de Noticias)