Por: José Rafael Gómez Reguera
El mundo celebra hoy el Día Internacional de las Montañas. Las montañas son decisivas para el presente y el futuro de la vida del planeta, con reservas naturales de plantas y animales; aportan alimentos, protegen la vida silvestre y purifican el aire que respiramos. Desde Trinidad, al centro sur de Cuba, asumimos esa responsabilidad.
Con un territorio de vastas proporciones montañosas, enclavada en las laderas de una parte del macizo montañoso Guamuhaya, Trinidad tiene allí grandes zonas productoras de café, necesario para el consumo interno y la exportación; territorios donde se fomenta el ganado y diversos cultivos que en muchos casos se benefician de un clima más agradable.
Los planes de repoblación forestal han hecho de las montañas trinitarias verdaderos bosques, con árboles frutales, maderables y especies apropiadas para la producción de carbón vegetal, rubro que en los últimos tiempos se ha incorporado a la exportación y, en consecuencia, genera el ingreso de divisas frescas a la nación.
En esas montañas, cargadas de historia, palpita la vida, y es necesario profundizar en los planes socioeconómicos a fin de estabilizar la población y, sobre todo, conseguir que los jóvenes vean en ellas su hábitat natural. De lo contrario, el envejecimiento poblacional se hará sentir.
Este año, el lema escogido para la fecha es ‘Las montañas son importantes para los jóvenes’. Ellos son, en todas partes, los protagonistas de los cambios futuros y también los líderes del mañana. Son guardianes de las montañas y de sus recursos naturales, que están siendo amenazadas por el cambio climático, una realidad ignorada por grandes potencias.
Por ello, la Organización de las Naciones Unidas han manifestado que el tema del Día Internacional de las Montañas 2019 “es una gran oportunidad para que los jóvenes tomen iniciativa y apelen para que las montañas y los pueblos en ellas asentados sean relevantes en las agendas de desarrollo nacionales e internacionales, reciban más atención, inversiones e investigaciones específicas”.
Este día también es una ocasión “para educar a los niños sobre el papel que juegan las montañas en el apoyo a mil millones de personas que residen en ellas y en sus valles intramontanos, proporcionando agua dulce, energía limpia, comida y recreación”.
El Día Internacional de las Montañas, agrega la ONU, “es una oportunidad para recalcar que para los jóvenes rurales vivir en esos parajes puede ser difícil. Muchos se van en busca de una vida mejor y empleo. La migración conduce al abandono de la agricultura, a la degradación del suelo y a la pérdida de los valores culturales y de las tradiciones antiguas. La educación y la formación, el acceso al mercado, diversas oportunidades de empleo y mejores servicios públicos pueden garantizar un futuro mejor para los jóvenes que viven en las montañas”.
Hagamos de esta jornada, entonces, una de reflexión y análisis, en pos de mejores resultados, porque nuestras montañas, bastiones inexpugnables de la Revolución cubana, han cambiado notablemente gracias a las políticas aplicadas en el Plan Turquino, pero siempre se puede conseguir mucho más.