Cuba recuerda hoy el aniversario 146 de la caída en combate del Padre de la Patria, Carlos Manuel de Céspedes, iniciador de la Guerra de los Diez Años (1868-1878), génesis del proceso revolucionario en esta nación.
El abogado oriundo de Bayamo (oriente) declaró la lucha armada contra la metrópoli española el 10 de octubre de 1868 cuyos objetivos quedaron recogidos en el Manifiesto de la Demajagua.
La guerra era justa, anticolonial y antiesclavista y defendía un proyecto político que rompía con las ideas reformistas, anexionistas y autonomistas para lograr, simultáneamente con la liberación de España, la abolición de la esclavitud, tal y como estableció el documento.
Céspedes le concedió la libertad a sus esclavos y los invitó a unírseles a la contienda anticolonialista.
El historiador cubano Roberto Hernández destaca que el aporte más significativo del pensamiento político-militar de Céspedes fue proclamar la lucha armada como la vía para obtener la independencia, con los recursos y fuerzas internas, sin presencia de tropas extranjeras y con el fin de eliminar la esclavitud.
Tras la pérdida e incendio de Bayamo, Céspedes aceptó en Guáimaro (oriente), la constitución de un gobierno republicano en abril de 1869 cuando fue proclamado presidente de la República de Cuba en Armas hasta 1873.
Ese año fue destituido de su cargo tras intrigas políticas por lo cual se instaló en San Lorenzo, la Sierra Maestra (oriente) donde, el 27 de febrero de 1874, murió en desigual combate contra las tropas españolas.
Céspedes no concebía la paz sin la independencia de Cuba, hecho que defendió hasta su muerte.
Cuando las tropas españolas capturan a su hijo Oscar, el entonces capitán general Antonio Caballero le propuso a Céspedes la vida de su hijo y una garantía de salir del país por donde escogiera a cambio de deponer las armas.
Su respuesta fue:’Oscar no es mi único hijo, lo son todos los cubanos que mueren por nuestras libertades patrias’.
Por su patriotismo y ejemplo como precursor del proceso revolucionario que culminaría con la definitiva independencia el 1 de enero de 1959, a Céspedes se le conoce en Cuba como el Padre de la Patria. (Agencia Prensa Latina)