Texto y fotos: Joaquín Gómez Serra
Hablar un año atrás de una reparación capital de la Escuela de Iniciación Deportiva Lino Salabarría Pupo, más que un deseo y una necesidad, era una quimera, debido a que la provincia no contaba con los recursos indispensables para iniciar esta obra, cuantificada como bien costosa. CUBA ANTE LA COVID-19 (I) (II) (III) (IV)
Pero llegó el momento propicio e ideal desde el punto de vista constructivo y de recursos para la provincia, y uniendo fuerzas el Gobierno y el Partido en conjunto con la Empresa Provincial de Abastecimiento y Servicios a la Educación (EPASE) Sancti Spíritus acometieron desde el mes de enero las obras, con el reto de que cuando se reanuden las clases tras vencer Cuba la pandemia de la COVID-19, la EIDE yayabera vista un uniforme nuevo.
Tres meses después la ilusión es ya toda una realidad. El reto para la tropa que dirige Royma Figueredo Toledano se inició con el reacondicionamiento de todos los estudiantes de los albergues 7, 8 y 9 por donde iniciarían los constructores las labores de la parte hidrosanitaria.
Las filtraciones y tupiciones de los baños de estos albergues de la EIDE hacían ya imposible mantener la escuela funcionando con todas las de la ley. Los trabajos y esfuerzos han sido grandiosos de esta gran familia que integraron la brigada de la EPASE y la de mantenimiento de la EIDE Lino Salabarría, a las cuales se unió el granito de arena de entrenadores y trabajadores, cumpliéndose siempre las medidas de protección ante el coronavirus.
Ya hoy se puede hablar de un antes y un después de estos albergues. Las filtraciones de los baños fueron “remendadas”, las conexiones hidrosanitarias fueron revisadas, una por una, lo que podía servir se recuperó y si no se cambió por nuevas, y en estos momentos los albergues muestran tasas sanitarias nuevas.
El sentido de pertenencia que muestran estos constructores de la EPASE en conjunto con los trabajadores del deporte y de la EIDE son el motivo y la razón de ser del cambio de “uniforme” que presenta la alta escuela de estudios, cantera donde se forja el relevo del mañana del deporte espirituano.
Los deseos de que todo salga en tiempo y con calidad son la premisa que marcan los trabajos de reconstrucción capital de la EIDE de Sancti Spíritus. Las pretensiones son, de que la escuela cuando abra, lo haga en excelentes condiciones.
Los problemas de los albergues ya afectaban el área docente, y por eso, el ataque reconstructivo se encargó de poner nuevas tuberías, las instalaciones de los lavamanos, las duchas, se trabajó, en los prepisos, y en su terminación, en la colocación de ventanas y puertas, y ya se terminó el enchape del albergue nuevo, y se labora en la pintura.
El granito de arena viene de acá, de allá y de acullá, porque cada uno de los organismos que enfrentan la obra marcan con su sello la culminación en tiempo de la obra, la cual chequea y controla cada lunes Javier Brito Pérez, vicepresidente para la Administración de la Asamblea Provincial del Poder Popular.
En la EIDE Lino Salabarría Pupo se trabaja sin apuro, pero sin pausa y sin chapucería. Aunque se puede hablar de terminación de trabajos en tiempo récord, es una reconstrucción capital que se lleva a cabo por fases.
Tras realizar satisfactoriamente las pruebas de aguas de las nuevas instalaciones hidrosanitarias, y dejar por terminado todos los trabajos de los albergues 7, 8 y 9, se iniciará la reconstrucción de los restantes albergues, y más tarde, comenzar las labores en el área docente que presenta problemas de tupiciones hidrosanitarias, filtraciones, además de dificultades con las instalaciones eléctricas.
Y con la máxima de confía, pero verifica, Royma está seguro del éxito de la obra. Por eso la seguridad en sus palabras cuando manifiesta: “Vamos paso a paso y cuando derrotemos esta pandemia y se restablezca la normalidad, nuestros estudiantes regresarán a su segunda casa, y de seguro tendrán una escuela más linda, acogedora y con excepcionales condiciones para formar el hombre del mañana del deporte espirituano y cubano”.