Por: José Rafael Gómez Reguera
Aunque los concursos dedicados a resaltar sobresalientes creaciones musicales nos lo hicieron más cercano, esa figura cimera de la cultura cubana que es Adolfo Guzmán, mantiene una singular vigencia. Cien años se cumplen este 13 de mayo de su nacimiento en La Habana.
No puedo ser feliz ha sido interpretada por muchas voces, Argelia Fragoso y la musicalísima Beatriz Márquez, entre otras muchas. Y aunque suele ser una de las más promocionadas, incluso, versionada para servir de tema musical a algunos eventos (el propio concurso, entre ellos), una vasta obra le pertenece.
«La música de Guzmán es absolutamente cubana. La identidad nacional, en su forma más depurada, está presente en toda su obra. La cubanía de Adolfo Guzmán viene de adentro hacia fuera. Está incorporada en él, en el individuo. Y él la devolvía en forma “quintaesenciada”, diría Juan Blanco.
Muchas figuras de la música cubana se relacionaron con él de una u otra forma. Pianista acompañante, director musical, orquestador, director de orquesta, director del teatro musical, y figura imprescindible dentro de la Televisión Cubana, Adolfo Guzmán, siempre estará junto a lo mejor de la cultura de la Mayor de las Antillas.