Por: Ana Martha Panadés Rodríguez
Después de lidiar un año con el idioma alemán, uno de los requisitos indispensables que exigía el servicio de enfermería en el país germano y a punto de hacer sus maletas, el nuevo coronavirus aplazó esta excelente propuesta de trabajo para la licenciada Yanisley Águila Rodríguez quien se encuentra ahora en México como integrante del Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastres y Graves Epidemias Henry Reeve en la lucha contra la COVID-19. CUBA ANTE LA COVID-19 (I) (II) (III) (IV) (V)
“Me encuentro desde hace 15 días en un hospital de la ciudad de México, en el Distrito Federal, afectado también por la pandemia; somos una brigada de 575 profesionales de la salud que incluye médicos, enfermeros y epidemiólogos distribuidos en varios hospitales del país, donde nos brindaron un recibimiento excelente, con mucha protección hacia nuestro personal.
“El hospital donde trabajo se llama Tlahuac y cumple con todas las medidas del protocolo de seguridad; además tiene todas las condiciones creadas para nuestro personal en los servicios de urgencia, emergencia, hospitalización, intensiva y una carpa con pacientes recuperados de la enfermedad.
“Aunque llevamos poco tiempo en el centro médico, los colegas mexicanos nos han recibido con cariño; en el caso de los pacientes sentimos su agradecimiento; es muy emocionante saber que estamos salvando vidas y ayudando a muchas personas a recuperarse de esta enfermedad con un alto nivel de contagio”.
Yanisley Águila no tiene una noción exacta de cuantos kilómetros la separan de su natal Casilda, un poblado pesquero del municipio espirituano de Trinidad, pero sí de cuanto la apoya la familia, del abrazo que aún en la distancia le prodigan sus hijos.
“Tengo dos hijos, un niño de 7 años y una niña de 17 años, amo a mi familia por sobre todas las cosas y para mí es un pilar muy importante, pero también amo mi profesión; trabajo desde hace 20 años en el servicio de urgencias del Policlínico Docente Manuel de Jesús Lara Cantero; y cuando me han llamado a alguna misión de colaboración he dado mi paso al frente.”
Yanisley Águila Rodríguez, junto a otros tantos profesionales de la salud en Trinidad, dibujan el rostro del Contingente Internacional Henry Reeve que esparce dosis sanadoras de esperanza en todo el mundo; como ellos cientos de galenos, enfermeros y tecnólogos de la salud cubanos no buscan gloria sino vida, no importa dónde. Hoy la COVID-19 les impone el sacrificio de estar lejos, pero pone a prueba la capacidad científica y humana frente a un virus que aprovecha el más pequeño descuido para contagiar a cualquier persona.
“Mi mensaje a todos los cubanos y específicamente a los trinitarios es que no se puede bajar la guardia hasta que no se logre totalmente la victoria, porque es un virus microscópico que puede afectar a cualquier persona sin distinción de edad, sexo y raza y extremar las medidas orientadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).”
Más de 20 años en esta profesión salvadora definen cualidades muy especiales en la enfermera trinitaria: profesionalidad, vocación, creatividad en su desempeño y un hondo sentido humanista a disposición siempre del bienestar de los pacientes que agradecen su entrega.
Y mientras intenta contarme a través del WhatsApp las emociones que vive por estos días la felicito en nombre de todos los que alguna vez sentimos que no hay alivio mayor cuando enfermamos que una sonrisa de la “seño”. Tal vez el corazón se le quiebre cuando no queda nada por hacer, tal vez la nostalgia arranque una lágrima incluso, pero no le fallará a quienes la esperan
“Quiero enviar un saludo especial al ejército de batas blancas y fundamentalmente a las enfermeras, felicito a mis colegas, agradezco a toda mi familia, amigos y a nuestro país; nuestro contingente pondrá siempre bien en alto el nombre de Cuba, de los trabajadores de la salud y en especial de los profesionales de la enfermería y como en ocasiones anteriores regresaremos con la victoria.”