Ángel Perfecto de la Guardia Bello, único testigo de la caída en combate de José Martí

Ángel de la Guardia acompañó a Martí en el momento final. Foto: Archivo Cubadebate.

Por: William Rodríguez Turiño

Ángel Perfecto de la Guardia Bello, único testigo de la caída en combate de José Martí. Joven combatiente del Ejército Libertador Cubano que acompañaba al Apóstol el día de su muerte en Dos Ríos. Nació el 16 de febrero de 1875, en Jiguaní antigua provincia de Oriente, tuvo una niñez como todos los cubanos de la época que vivían bajo el yugo colonial.

Desde muy temprana edad se incorporó como soldado de nuestras guerras de independencia, su valor y espíritu lo guió a que el 2 de abril de 1895 pasara a formar parte del Estado Mayor de Bartolomé Masó, destacándose posteriormente en acciones combativas que lo llevaron a su primer ascenso y la designación como ayudante del Mayor General.

Monumento a Ángel de la guardia en la ciudad de Las Tunas. Foto: Ecured.

El 19 de mayo de 1895, el bisoño teniente recibe la indicación de acompañar a Martí y tras recibir una orden de este, realizan un movimiento que los acerca a una sección de la columna española ocultada en la maleza, a la espera de las tropas mambisas. Allí resultó herido el joven oficial, tras caer debajo de su caballo que recibiera numerosos impactos de proyectil enemigo, convirtiéndose así en el único testigo presencial de la muerte de José Martí.

Restablecido de aquel dramático suceso y ostentando los grados de capitán, se incorpora a la columna invasora de Antonio Maceo destacándose así en varios combates, siendo ascendido a Comandante, en febrero de 1896, tras el combate de Paso Real de San Diego.

A fuerza de coraje al salir de una trinchera resultó gravemente herido el 29 de agosto de 1897. Falleció en la mañana siguiente sin que pudieran salvarle la vida los médicos mambises. Cayó heroicamente en la toma de Las Tunas a la edad de 22 años, fue ascendido póstumamente al grado de Coronel del Ejército Libertador cubano.