Homenaje a Máximo Gómez Báez, dominicano de nacimiento y cubano de corazón

Imagen: Granma

Por: Alipio Martínez Romero

Extranjero como soy, no he venido a servir a este pueblo, ayudándole a defender su causa de justicia, como un soldado mercenario; y por eso desde que el poder opresor abandonó esta tierra y dejó libre al cubano, volví la espada a la vaina, creyendo desde entonces terminada la misión que voluntariamente me impuse.

Nada se me debe y me retiro contento y satisfecho de haber hecho cuanto he podido en beneficio de mis hermanos. Prometo a los cubanos que, donde quiera que plante mi tienda, siempre podrían contar con un amigo.»

Esa fue la enérgica respuesta del aquel hombre justo y solidario al ser destituido por la oprobiosa Asamblea del Cerro, medida la cual provocó la condena y diversas manifestaciones de las masas populares las cuales organizan manifestaciones de repulsa en apoyo a su representante más genuino Máximo Gómez Báez.

A su esposa Bernarda Toro, escribió en torno a la actitud del Gobierno Americano con los patriotas  de la isla “ …Nada más racional y justo, que el dueño de una casa, sea quien la habite con su familia, la amueble y adorne a su gusto; y no sea obligado a la voluntad e imposiciones del vecino.. Así se refería a los Estados Unidos al cohibir de todos sus actos de soberanía a la Patria martiana que durante muchos años luchó por la libertad en los campos insurrectos

El Generalísimo se incorporó a la beligerancia contra el dominio español en Cuba el 14 de octubre de 1868, y entre sus méritos militares más notables sobresalen la primera carga al machete, arma que se convirtió en la más temida por las tropas de la metrópoli española y la invasión de Oriente a Occidente, protagonizada junto al Titán de Bronce Antonio Maceo Grajales; participó en las Guerras de los 10 Años y en la Necesaria, iniciada por José Martí el 24 de febrero de 1895.

Nuestro Héroe Nacional, al  escribirle a Gómez para que acepte la Jefatura del Ejército Libertador cubano.le expresa: «El Partido Revolucionario Cubano viene hoy a rogar a usted que, repitiendo su sacrificio, ayude a la Revolución, como encargado supremo del ramo de la guerra, a organizar, dentro y fuera de la Isla, el Ejército Libertador (…) Yo ofrezco a usted, sin temor de negativa, este nuevo trabajo hoy que no tengo más remuneración que brindarle el placer de su sacrificio y la ingratitud probable de los hombres…».

La respuesta de Gómez es breve y firme: «Desde ahora puede usted contar con mis servicios».

El 3 de junio de 1893 se entrevista, por segunda vez, con Martí en Montecristi, donde el Apóstol había narrado el 7 de febrero el fracaso del Plan Fernandina el pasado 10 de enero. El 24 de febrero se inicia la guerra de 1895 , mientras el  25 de marzo firman el Manifiesto de Montecristi, programa de la Revolución de 1895 .

Gómez Báez nació en el poblado de Baní, República Dominicana, fue ejemplo de internacionalista y genio militar, por su desinteresada entrega fue declarado ciudadano cubano, lo cual supo honrar con una conducta digna de admiración y respeto.

Ese entrañable amigo de la nación manbisa dejó de existir físicamente el 17 de junio de 1905 en La Habana, a los 69 años de edad, sin fortuna personal, pero rodeado del cariño de un pueblo agradecido que por sus servicios y proezas de hermandad lo acogió como a uno de sus hijos predilectos.

De su unión matrimonial con Bernarda Toro, nació el 11 de marzo de 1876 en la finca La Reforma, Jatibonico, Sancti Spíritus,  Las Villas,  el cuarto de sus hijos Francisco Gómez Toro (Panchito), quien  figura por derecho propio en la historia de Cuba, su padre el mayor general del Ejército Libertador , durante la preparación de la guerra lo dejó  en 1894 en Nueva York, con el Apostol de nuestra independencia, este lo acompañó en sus viajes a Tampa, Cayo Hueso, Costa Rica, Panamá y Jamaica.

(Panchito) devenido Capitán del Ejército Libertador, ni en la muerte se separó de su jefe, el Lugarteniente general Antonio Maceo, juntos cayeron en combate el 7 de diciembre de 1896. Para las nuevas generaciones es un ejemplo de amor a la patria y de fidelidad a sus superiores. José Martí se refirió a él como la criatura humana de menos imperfecciones que había conocido.

El Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz siempre expresó su afecto y admiración hacia el Generalísimo Máximo Gómez Báez, y destacó que “supo convertirse en hijo insigne y entrañable del pueblo cubano por derecho ganado en su lucha por la independencia de Cuba, a la que aportó su brazo y su machete, su genio militar y su coraje, un notable talento político y un profundo pensamiento revolucionario”.