Blas Roca: Combatiente indoblegable, y maestro de comunistas

El Comandante en Jefe Fidel Castro junto a Blas Roca.

Por: Rafael Novoa Pupo

Francisco Wilfredo Calderío, más conocido por Blas Roca Calderío nació el 24 de julio de 1908 en la ciudad de Manzanillo, actual provincia de Granma.

Desde muy temprana edad, y con una educación casi autodidacta, pues solo pudo cursar hasta el cuarto grado de la enseñanza primaria, leyó y se puso en contacto con innumerables textos de contenido social progresista.

En 1924, aprobó los exámenes que lo habilitaban para el magisterio, ejerciendo como maestro sustituto durante tres meses, hasta que tuvo que cesar en su trabajo por falta de recomendación política. A los veinte años comenzó a estudiar marxismo.

En 1929 por sus condiciones y actitud, fue elegido Secretario General del Sindicato de zapateros en su natal Manzanillo, e ingresó en el Partido Comunista de Cuba, que en 1925 había sido fundado por los antiimperialistas Julio Antonio Mella y Carlos Baliño.

Desde la legalidad del Partido, mantuvo un permanente apoyo a la unidad de la clase obrera y de todos los sectores nacionales en lucha por la verdadera independencia económica y política del país. Junto a Lázaro Peña González y Jesús Menéndez Larrondo, construyó una central sindical que unió a todas las corrientes de la clase obrera, y las proyectó con un sentido revolucionario.

A partir de 1931 formó parte del Comité Central del Partido Comunista y encargado de su organización en la provincia de Oriente, donde desplegó una gran actividad revolucionaria, lo cual hizo que sufriera prisión en varias ocasiones, además de desarrollar una intensa labor periodística, en la prensa obrera.

Tras haber tenido lugar el derrocamiento de la dictadura de Gerardo Machado en 1933, la dirección del Partido decidió que Blas Roca se trasladase hacia La Habana y ante la grave enfermedad que limitaba al máximo dirigente de la organización Rubén Martínez Villena, asumió la dirección del Partido y cumplió ejemplarmente ante la misma.,

Blas Roca se opuso al golpe del 10 de marzo de 1952 y regresó a Cuba para trabajar contra la dictadura batistiana desde la clandestinidad. Estuvo entre los delegados comunistas que participaron en la Asamblea Constituyente que elaboraron y aprobaron la Constitución de 1940.

También en los años de la década del 40, mantuvo un permanente apoyo a la unidad de la clase obrera y de todos los sectores nacionales en la lucha por la verdadera independencia económica y política del país.

Más allá de las responsabilidades que desempeñó, Blas Roca elaboró además diversas obras y trabajos periodísticos acerca de diversos temas relacionados con la sociedad cubana, el ideario martiano, y la teoría marxista leninista. Ejemplo de ello fue el folleto que redactó titulado «El Socialismo y el hombre en Cuba».

Después del triunfo de la Revolución fue miembro de la Dirección Nacional de las organizaciones revolucionarias integradas y del consejo de dirección de Cuba Socialista. Luego fue miembro del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Cuba.

Blas Roca dirigió desde el Secretariado de las Comisiones jurídicas, el reordenamiento de la legislación judicial para adecuarla a la estructura socialista del país.

Participó activamente en el establecimiento del Poder Popular en la provincia de Matanzas, y presidió la Comisión Redactora del Anteproyecto de Constitución. En 1974, fue investido con el título de Doctor Honoris Causa en Ciencias Jurídicas, en la Universidad de La Habana.

Blas Roca fue el primer presidente que tuvo la Asamblea Nacional del Poder Popular cuando esta quedó constituida en 1976. A lo largo de su fructífera vida fue un luchador inclaudicable por la independencia nacional, la soberanía del país, y la causa del socialismo.

A causa de una prolongada enfermedad, Blas Roca Calderío muere el 25 de abril de 1987 a los 78 años de edad. Por decisión de la dirección de la Revolución fue sepultado en El Cacahual, con honores de General muerto en campaña, y de acuerdo a su deseo, en “tierra pelada”.

En la despedida de su duelo, el líder de la Revolución cubana Fidel Castro Ruz expresó: «Ha dejado de existir un hombre excepcional, de singulares virtudes y extraordinario talento. Un revolucionario ejemplar que dedicó por entero su vida a la causa de los humildes, maestro y conductor de comunistas por más de medio siglo, combatiente indoblegable que durante casi tres décadas dirigió el primer partido marxista-leninista de Cuba». (Con información de EcuRed, y periódico Adelante).