Romárico Cordero, líder campesino

Por: Rafael Novoa Pupo

Romárico Cordero Garcés, nació en el 11 de agosto de 1899 en la finca Payares, en Bayamo. Fue su padre el pequeño agricultor Matías Cordero, de quien heredó un fuerte temperamento y férrea voluntad, rasgos que lo caracterizaron durante toda su vida y que puso de manifiesto en las luchas contra la explotación de la masa campesina y como militante comunista.

Cuando solamente había alcanzado el tercer grado en la escuela primaria de la zona, abandonó el hogar paterno con el propósito de ganar el sustento con sus propios esfuerzos. A partir de entonces se dedicó a diversos trabajos, entre ellos como peón en la construcción de vías férreas, talas de montes, y otras labores rudas.

Durante algunos años trabajó también en los centrales Oriente, San Germán, América y Tacajó, en este último, se desempeñó como maquinista de locomotoras.

En 1920 ingresó en el ejército, pero sus sentimientos de justicia se oponían al carácter represivo del cuerpo armado en aquella época, por lo que pronto abandonó al mismo. De regreso a la finca de su padre, contrajo matrimonio con Rosa Hernández Maidique, quien habría de ser su compañera de toda la vida.

Su espíritu de rebeldía frente a la explotación y los abusos de que era víctima la masa trabajadora, lo llevaron a situarse entre los opositores a la dictadura de Gerardo Machado. A la caída del tirano, Románico, entonces radicado en Baire, donde tenía contactos con elementos revolucionarios, al frente de un número de vecinos decidió ocupar la finca Ventas de Casanova, feudo ganadero que Machado había conformado, usurpando numerosas fincas.

Como refiere Ecured para la ocupación y reparto de las tierras, y bajo la orientación del Partido Comunista, creó un comité de lucha, y posteriormente organizó la Asociación Campesina de Las Ventas. Surgieron entonces los enfrentamientos con los antiguos mayorales machaditas quienes, apoyados por la guardia rural trataron por todos los medios de despojar a los campesinos de las tierras ocupadas por medio de la justicia.

Años después, y bajo la dirección y orientación del partido, Romárico hizo acto de presencia en El Realengo 18, San Felipe de Uñas, Cananota, Baraguá, y otros lugares de la provincia de Oriente, y de todo el país, explicando a los campesinos la necesidad de unirse, para enfrentar los desalojos, desmanes y atropellos de la oligarquía burgués-terrateniente.

Cuando en octubre de 1937 se efectuó en La Habana el Primer Congreso Campesino patrocinado por la Hermandad de jóvenes cubanos, entre los dirigentes campesinos de diferentes regiones del país que acudían al llamado de la organización juvenil, se encontraba él.

Según precisa Ecured, en aquella cita ocuparon lugares principales la atención a los problemas de la tierra y los desalojos, y se acordó trabajar por la creación de la Asociación Nacional Campesina de Cuba.

En 1938, al constituirse en Bayamo la Federación Provincial Campesina de oriente, Romárico fue elegido su presidente y en enero de 1939 en reconocimiento a sus luchas, fue seleccionado miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba en el congreso celebrado en Santa Clara.

En el segundo congreso efectuado en 1941, fue creada la Asociación Nacional Campesina de Cuba, y Románico resulto electo su presidente, cargo que habría de desempeñar hasta la ilegalización de esa organización por la dictadura batistiana.

Cuando la tiranía batistiana ilegalizó el Partido Socialista Popular, reprimió el movimiento de masas, y cercenó brutalmente las pocas libertades existentes en el país, Románico cumplió de forma disciplinada, las tares clandestinas encomendadas por el partido.

Apenas comenzó a reorganizarse el movimiento campesino en el Segundo Frente Oriental “Frank País García”, bajo la jefatura del comandante Raúl Castro, orientado por el partido Romárico se trasladó a ese lugar, para dar su aporte y experiencia, y colaboró en los preparativos del congreso Campesino en Armas.

Tras el triunfo revolucionario, participó en la celebración de la Plenaria Provincial Campesina, realizada en Santiago de Cuba el 24 de febrero de 1959, donde quedó constituida la Asociación Provincial Campesina “Frank País”.

Sus últimos años los vivió en una pequeña parcela aledaña a Ventas de Casanova, donde iniciara sus luchas en defensa de la tierra.

Romárico Cordero Garcés, falleció el 18 de agosto de 1969, a los setenta años de edad. En reconocimiento a su larga y ejemplar ejecutoria le fue conferido el grado de comandante muerto en campaña. Su vida y ejemplo están presentes en la memoria y acción del pueblo cubano, y en la obra de la Revolución, a la cual entregó su inteligencia y energía. (Con información de Ecured).