Por: Belkis Niebla López
Respetando las medidas higiénico-sanitarias previstas por Salud Pública ante la COVID-19 y enfrentando las carencias en medio del recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero que imponen los Estados Unidos a Cuba, los trabajadores del Taller Matriz de Enseres Menores perteneciente al Grupo de Servicios Técnicos, Personales y del Hogar en Trinidad, hacen un esfuerzo extraordinario para ayudar a la población con el arreglo de los equipos necesarios en el hogar.
A pesar de que en este año no se han recibido en el taller las piezas líderes para la reparación de cada uno de ellos, los 16 mecánicos son los protagonistas de que el pueblo en muchos de los casos salga complacido con el arreglo, incluidos los que laboran en la periferia de la ciudad y en las zonas rurales y del plan turquino a través de su experiencia y de su ingenio creador.
En la actualidad el taller matriz de enseres menores en este municipio sureño logra ingresos diarios de más de 400 pesos en moneda nacional cuando en tiempos normales con la presencia de las piezas conseguían más de mil. En lo que va de año solo se han recibido unas 700 resistencia de fogones que no satisfacen la demanda.
Los técnicos del taller de enseres menores de Trinidad son verdaderos innovadores intentando en cada arreglo ayudar en la medida de lo posible, son ellos verdaderos malabaristas: del aparato menos esperado reciclan piezas que con las adaptaciones necesarias devuelven la vitalidad a otros equipos. Incluso, a veces es el propio cliente, que ya conoce de “esos inventos”, el que lleva algún equipo o pieza vieja que logran rescatar.
Como premio ganan ellos el agradecimiento de quienes recurren a sus servicios, porque cuentan con un potencial humano capacitado y en condiciones de resolver la compleja situación que vive el país ante el déficit de piezas de repuesto.