Por: Rafael Novoa Pupo
Ramón Fonst Segundo, conocido como El Zurdo o El Nunca Segundo, nació en La Habana, el 31 de agosto de 1883. A temprana edad viajó a Francia, país en el que aprendió el abc del deporte de las espadas, sables y floretes, y a los 11 años, se coronó como campeón de esta última especialidad en aquella nación europea, todo un suceso para la época.
Llegó a la cita estival organizada en París en 1900, como uno de los principales aspirantes al título en la modalidad de espada, y no defraudó a aficionados y especialistas. El capitalino subió a lo más alto del podio. En ese propio certamen hubo un evento en el que se enfrentaron atletas profesionales y amateurs, y ahí se llevó la plata. Un año antes se había convertido en campeón del mundo.
De su técnica destacaba el dinamismo de sus ataques y contrataques. Su alcance de manos y movimientos de piernas eran envidiables. Poseía, además, increíbles reflejos, por lo que era muy difícil propinarle una estocada.
Cuatro años después en la siguiente olimpiada efectuada en San Luis, Estados Unidos en 1904, Ramón Fonst fue uno de los nombres propios de la competición, donde finalizó como el mejor en florete individual y por equipos, mientras que nadie pudo superarlo en la competencia de espada. Así mismo en la justa colectiva, los roles de Manuel Dionisio Díaz y Albertson Van Zo Post fueron vitales.
En 1915 Ramón Fonst completó una hazaña de la que no se habla mucho en la ciudad norteamericana de San Francisco, cuando se vio las caras con alrededor de 100 rivales, a quienes derrotó.
Nueve años después, reapareció a la edad de 40 años en la edición de París 1924, como abanderado de la delegación cubana. No pudo alcanzar premio alguno, pero se ganó el respeto de todos los rivales. Desde 1926 hasta 1930 conquistó cinco medallas doradas en eventos regionales, representando igualmente, a su país de origen.
Su último título lo consiguió a los 55 años, cuando participó en los IV Juegos Centroamericanos y del Caribe, celebrados en Panamá en 1938. Allí formó parte del equipo de espada que fue el vencedor en la final, y fue subtitular con la escuadra de florete.
Los datos aseguran que finalizó su carrera deportiva con 125 preseas, contando competencias nacionales e internacionales. Además, incursionó también como atleta, en boxeo y tiro deportivo, modalidades en las que también ocupó puestos en los podios.
Ramón Fonst, fue seleccionado entre los Diez atletas del Siglo XX en Cuba. Fue reconocido también entre otros, con el título de Caballero de la Legión de Honor Francesa, la Orden del Mérito Deportivo, la Gran Cruz de la Orden de Carlos Manuel de Céspedes.
El destacado esgrimista cubano, falleció en La Habana ciudad que lo vio nacer, el 10 de septiembre de 1959. Su velorio tuvo lugar en lo que hoy conocemos, como la Ciudad Deportiva. (Con información de Ecured y Juventud Rebelde).