Ordenamiento monetario, clave en la nueva estrategia socioeconómica de Cuba

Foto: Twitter

El ordenamiento monetario y cambiario en Cuba tiene un carácter interdisciplinario y transversal, incluye la unificación monetaria y cambiaria, la eliminación de los subsidios excesivos y gratuidades indebidas, así como la transformación de los ingresos, y su aplicación es una necesidad impostergable y un paso imprescindible para avanzar en la estrategia económica del país.

Como dijera el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, la unificación monetaria y cambiaria no constituye la solución mágica a los problemas económicos y financieros, “pero sí nos debe conducir a la elevación de la productividad del trabajo y a un desempeño más eficiente de las fuerzas productivas”.

Para brindar al pueblo una información inicial sobre la Tarea Ordenamiento, que incluye la eliminación de la dualidad monetaria y cambiaria del país, comparecen en la Mesa Redonda el vice primer ministro, Alejandro Gil Fernández, y el jefe de la Comisión de Implementación de los Lineamientos, Marino Murillo Jorge.

La transformación que la economía necesita para el bien del país y nuestra población

Uno de los elementos más importantes de la estrategia económica y social es el ordenamiento monetario en el país, recordó el vice primer ministro, Alejandro Gil Fernández, al iniciar su intervención en la Mesa Redonda, y añadió que es una transformación que la economía necesita para el bien del país y nuestra población.

En esta información inicial a nuestro pueblo sobre el ordenamiento monetario, el vice primer ministro recordó una frase de Raúl Castro en la clausura del décimo periodo ordinario de sesiones del Parlamento, en diciembre de 2017:

“Aunque la eliminación de la dualidad monetaria y cambiaria por sí misma no solucionará mágicamente todos los problemas acumulados en la economía cubana, constituye el proceso más determinante para avanzar en la actualización del modelo económico cubano por el impacto que tendrá en todas las esferas del quehacer económico y social de la nación. Sin resolver eso, es difícil avanzar correctamente. “Debemos ser capaces de, a la par que unificamos el sistema monetario, superar las distorsiones existentes en materia de subsidios, precios y tarifas mayoristas y minoristas, y como es lógico, las pensiones y salarios del sector estatal”.

Gil Fernández afirmó que, para este proceso, con una estrategia en la que se viene trabajando hace algunos años y para cuya implementación se han ido creando las condiciones, Cuba cuenta con un sector estatal con cierto nivel de desarrollo.

“Se necesita lograr un encadenamiento productivo entre ambos sectores: estatal y no estatal, en condiciones similares, junto a otros actores económicos, así como incentivar las exportaciones”, señaló.