Por: Joaquín Gómez Serra
El INDER de Sancti Spíritus, desde que comenzó hace cerca de siete meses la pandemia de la COVID-19 en Cuba, dio el paso al frente y como contingente de estos tiempos unió, brazo a brazo y codo con codo, su esfuerzo al pueblo y a los trabajadores de la Salud en aras de erradicar esta pandemia que nos ataca. CUBA ANTE LA COVID-19 (I) (II) (III) (IV) (V) (VI) (VII) (VIII) (IX) (X)
En las afueras de la ciudad, en la carretera hacia Jatibonico se encuentra la Academia Provincial de Remos, centro de alto rendimiento del deporte espirituano donde se entrenan los futuros remeros y canoístas de la provincia, y que desde el pasado 12 de septiembre se encuentra como centro de aislamiento en la lucha por acabar con este rebrote de COVID-19.
Por eso Wenceslao Borroto, el director gloria del deporte de remo en Sancti Spíritus y Cuba, ha debido aprender sobre la marcha de una labor que asume por primera vez.
“El centro tiene 30 capacidades, pero en un inicio tuvimos que asimilar hasta 32 porque se trataba de familias enteras; después con las altas disminuimos a la mitad, y en este momento tenemos a 21 pacientes.
“Al ser un centro de alto rendimiento, las condiciones en general son buenas, aunque hemos tenido que solucionar problemas con los herrajes de los baños y aún queda por hacer. La alimentación es buena, aunque la variabilidad tiene sus más y sus menos. Los trabajadores del INDER, pese a que no están en la línea roja, apoyan en todas las tareas, uno ha cambiado su rutina y hasta el movimiento dentro del centro porque todo está delimitado, aprendimos con el personal médico que tenemos: es difícil porque es algo no previsto, pero lo enfrentamos porque tenemos que erradicar esta pandemia”.
Jorge Luis Morell, director del INDER en el municipio de Sancti SpÍritus y todo su Consejo de Dirección, ha cambiado de lugar su oficina para irse al frente de las brigadas que apoyan el trabajo en la Academia, pese a sus dos infartos y sus 58 años:
“Desde el 12 de septiembre nos vinculamos a esta labor, hicimos cuatro brigadas, tres de los combinados Julio Antonio Mella y Mártires de Barbados, y otra propiamente de la dirección. Allí laboramos en la limpieza, el avituallamiento, en todo cuanto haga falta.
“Sabemos que es un riesgo, aunque se tomen las medidas, pero cuando uno ve por la televisión tanta gente que está haciendo cosas, dice: nosotros también ponemos nuestro grano de arena, lo más lindo es la gratitud de la gente que está allí y nos siente cerca y sabe que lo hacemos voluntariamente. Todos unidos tenemos que acabar con este rebrote de la COVID-19, para eso luchamos”.