Hoy en la historia: Fidel destaca en 1999, en La Habana, importancia de las Cumbres Iberoamericanas

Por: Rafael Novoa Pupo

Entre el 15 y 16 de noviembre de 1999 hace 21 años, en La Habana, Cuba, durante la novena Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de Iberoamérica, los mandatarios de los países miembros de la Conferencia, analizaron las consecuencias de la globalización en el marco de la situación financiera internacional sobre los países en desarrollo y dieron un fuerte impulso a la cooperación iberoamericana.

La Cumbre Iberoamericana funcionaba como un foro de consulta y concertación política de los 22 países de América Latina y Europa de lengua hispana y portuguesa, cuyo propósito declarado era reflexionar sobre los desafíos del entorno internacional e impulsar la cooperación, coordinación y solidaridad regionales.

En la cita que presidió el Comandante en Jefe Fidel Castro, los mandatarios iberoamericanos, reiteraron en la Declaración Final su enérgico rechazo a la aplicación unilateral y extraterritorial de leyes o medidas nacionales, que infrinjan el Derecho Internacional, e intenten imponerse en terceros países, a sus propias leyes y ordenamientos.

Así mismo, Insistieron con especial énfasis en una exhortación al gobierno de Estados Unidos para poner fin a la aplicación de la Ley Helms-Burton, vigente aún, y que el gobierno del presidente Donald Trump incrementó su ilegal aplicación extraterritorial, y puso en vigor su capítulo pendiente.

Los Jefes de Estado y de Gobierno analizaron además la situación de los mercados financieros internacionales y sus consecuencias en Iberoamérica, en especial, la rapidez con que se mueven los flujos internacionales de capital, la volatilidad de los flujos de capital de corto plazo como factor de inestabilidad mundial, y la disminución de los flujos de capital hacia los países en desarrollo.

Igualmente, debatieron medidas y estrategias de fortalecimiento para el sistema financiero internacional, que consiguieran un funcionamiento estable de la economía mundial, incluyendo especialmente las necesidades de los países en desarrollo.

En el terreno de la cooperación, los mandatarios decidieron dar un paso adelante, y aprobaron formalmente la constitución de la Secretaría de Cooperación Iberoamericana (SECIB) con sede en Madrid España, con el objetivo de realizar un seguimiento permanente, un mayor control, y una mejor coordinación de la cooperación existente entre los Estados Miembros.

“Las Cumbres Iberoamericanas han adquirido una importancia enorme”, dijo el entonces Presidente de Cuba Fidel Castro, al inaugurar el evento. “Han sido motivo de inspiración, impulso o apoyo a muchas actividades integracionistas; miles de altos funcionarios y especialistas de nuestros países han entrado en contacto y estrechado relaciones; los dirigentes políticos nos conocemos mejor unos a otros y comprendemos con más profundidad los complejos problemas de nuestros respectivos países; no necesitamos permisos ni convocatorias ajenas para reunirnos en familia y sin exclusión de nadie; España y Portugal se han convertido en sólidos e imprescindibles puentes con la Europa que se une y se integra; los lazos con el Caribe se desarrollan y estrechan”, afirmó también el líder histórico de la Revolución Cubana. (Con información de Contraloría General de La República y Ecured).