Celeste Mendoza Beltrán, la reina del guaguancó

Por: Rafael Novoa Pupo

Celeste Mendoza Beltrán, fue una destacada cantante cubana, Intérprete emblemática del guaguancó, género que supo transmitir en la voz y el movimiento corporal, la sensualidad, picardía y emotividad que demanda el género.

Celeste Mendoza nació en la ciudad de Santiago de Cuba, el 6 de abril de 1930, en el popular barrio de Los Hoyos. En 1943 con trece años de edad, la trasladaron para La Habana donde se dio a conocer en un programa radial de aficionados por su interpretación de El marañón, una creación del músico trinitario Julio Bartolomé Cueva Díaz. Recibió además lecciones de baile, impartidas por su primo Jorge Beltrán, con quien posteriormente formó pareja.

En 1950 se presentó en el Teatro Martí en calidad de bailarina de la Compañía Batamú. También se presentó en el Cabaret Mi Bohío ubicado en la barriada de Marianao.

En 1951 se incorporó al cuerpo de baile del Cabaret Tropicana, bajo la dirección de Roderico Neyra; donde la Mendoza, durante la visita de las cantantes Josephine Baker y Carmen Miranda, hizo geniales imitaciones de éstas, con las que ganó el aplauso y la admiración del público presente. Ese mismo año integró un cuarteto vocal-instrumental con Omara Portuondo, Gladys León e Isaura Mendoza (su hermana), bajo la dirección del pianista y compositor Facundo Rivero.

En 1953, debutó en CMQ, en la televisión en el programa “Esta Noche” dirigido por Joaquín M. Condall. Realizó también presentaciones en el Teatro Blanquita, y tuvo contratos en diversos centros nocturnos de La Habana en los que popularizó canciones al estilo de Soy tan feliz.

Actuó junto a Benny Moré, Fernando Álvarez y Blanca Rosa Gil; también con Los Papines, la orquesta Aragón y el Conjunto Sierra Maestra. Aparece en el filme cubano del realizador Rogelio París: “Nosotros la música”. Participó en los festivales de música popular de 1962 y 1963.

Realizó giras por México, Puerto Rico, Venezuela, Panamá, Estados Unidos y actuó en el teatro Olimpia, París, Unión Soviética y Japón.

Siguieron giras artísticas por países de Europa y Latinoamérica, y una intensa actividad en programas radiales y espectáculos donde tuvo la oportunidad de compartir el escenario con figuras tan famosas como Benny Moré, Ignacio Villa (Bola de Nieve), Edith Piaf, Ninón Sevilla, Carmen Miranda, Josephine Baker y Pedro Infante.

Integró en 1964, el elenco del Music Hall que se presentó en la capital francesa, con el atractivo de agrupaciones y figuras como la Orquesta Aragón, Los Papines y Elena Burke. Así mismo firmó contratos con la televisión francesa y se presentó ante el público de Berlín, Moscú y Leningrado.

Celeste Mendoza. Foto: Alberto Korda.

A su regreso a Cuba fue ovacionada en teatros y espectáculos de cabarets, y se convirtió en la protagonista de otros cuatro documentales producidos por el ICAIC. Actuó igualmente, en una película con Tin Tan, “Tin Tan en La Habana”, y un corto musical para la televisión francesa.

En sus discos, reeditados en Venezuela, Francia y Canadá, la rumba ocupa un lugar muy destacado, así como otros géneros y autores de la cancionística cubana, y latinoamericana.

En su larga carrera artística, recibió numerosos reconocimientos. En la Feria Internacional CUBADISCO 1998 fue galardonada junto al grupo musical Los Papines, por el disco El reino de la rumba.

El pueblo de Cuba recuerda las interpretaciones que hizo de obras como: Échame a mí la culpa, Que me castigue Dios, y Papá Oggún, pero, sobre todo, su destreza para manejar el guaguancó, la guaracha, o para asumir combinaciones genéricas en las que boleros o rancheras incrementaban su interés musical y danzario a partir de estructuras rítmicas propias del mambo, y de la rumba.

Al decir de Rita Montaner: … “verdadera artista cubana, que expresa en lo vocal y lo coreográfico, con espontaneidad, sin dobleces, nuestra música popular y folklórica”. ¡La reina del Guaguancó!

Celeste Mendoza, falleció en La Habana, el 22 de noviembre de 1998. (Con información de Revista Bohemia y Ecured).