Los gastos en campañas políticas alcanzaron niveles récord nuevamente este año en Estados Unidos, donde el dinero destinado a las contiendas electorales más caras superó al Producto Interno Bruto (PIB) que poseen hoy varias naciones.
‘Los estadounidenses gastan más en política y campañas proselitistas que cualquier otra nación del mundo, y las elecciones de 2020 una vez más reescribieron los libros de récords de recaudación de fondos’, apuntó el periódico en su página digital.
The Hill señaló que las carreras electorales más caras en Estados Unidos atraen más dólares de los que generan algunas naciones pequeñas como PIB, lo cual se observó no solo en la lucha por la presidencia, sino en contiendas estatales.
Esto último sucede en Georgia, donde en enero próximo habrá una segunda vuelta para elegir a los ocupantes de los dos escaños de ese territorio en el Senado del país, lo cual determinará qué partido tendrá la mayoría en la Cámara Alta.
Con el control de ese órgano legislativo en juego, republicanos y demócratas ya reservaron 315 millones de dólares en anuncios de televisión, y esa cifra no incluye todas las actividades de promoción del voto, valoradas en millones de dólares más.
‘La cantidad gastada en Georgia rivalizará con el PIB de los Estados Federados de Micronesia, que el Banco Mundial fijó en 402 millones de dólares en 2018’, detalló The Hill.
El medio también mencionó que el exalcalde de Nueva York y exprecandidato presidencial demócrata, el multimillonario Michael Bloomberg, gastó 1,1 mil millones de dólares en la campaña electoral, casi todo de su propio dinero, y esa suma se compara con el PIB de San Cristóbal y Nieves.
Asimismo, en la lucha por la Casa Blanca, el ahora virtual presidente electo del país, Joe Biden, recaudó para su campaña alrededor de 1,34 mil millones de dólares, aproximadamente la misma cantidad del PIB de Guinea-Bissau.
De conjunto, Biden, el mandatario norteamericano saliente, Donald Trump, y sus respectivos aliados externos, gastaron un estimado de 6,6 mil millones de dólares en la carrera por la presidencia, una suma equivalente al PIB de Liechtenstein.
En total, las elecciones de 2020 en Estados Unidos tuvieron gastos a diferentes niveles por 14 mil millones de dólares, comparable con el PIB de Madagascar, una nación de 26 millones de habitantes.