27 de enero de 1925, nace el combatiente internacionalista Juan Vitalio Acuña Núñez

Por: Rafael Novo Pupo

Juan Vitalio Acuña Núñez nació el 27 de enero de 1925 en la Sierra Maestra. De origen campesino, cuando supo del desembarco de Fidel Castro por Las Coloradas, se encontraba en Pilón cortando caña y de inmediato se dispuso a ayudarlo mostrándole el camino hacia la Sierra Maestra. Comenzó su vida guerrillera junto a Ernesto Che Guevara, quien pronto notó sus cualidades como combatiente.

Vitalio Acuña se incorporó a la lucha guerrillera contra la dictadura de Fulgencio Batista en los primeros meses de 1957. Participó en el combate de El Uvero y luego fue designado ayudante del Che, de cuya retaguardia sería jefe junto a Ciro Frías, al ser el Che ascendido a comandante y jefe de la Columna 4. Terminó la guerra en el Tercer Frente Oriental, bajo las órdenes de Juan Almeida Bosque, con los grados de comandante.

Al triunfo de la Revolución, integró la Caravana de la Victoria que entró el 8 de enero de 1959 en La Habana, junto a Fidel Castro.

En 1964 terminó la Escuela Superior de Guerra, ocupando distintas responsabilidades, entre ellas, jefe de una compañía de blindados. En 1965 es elegido miembro del primer Comité Central del Partido Comunista de Cuba. Durante estos años participa en la lucha contra los alzados contrarrevolucionarios en la zona de Matanzas, y luego en la Ciénaga de Zapata.

En 1966 el comandante Ernesto Che Guevara lo escoge para integrar la guerrilla internacionalista que emprenderá la lucha en Bolivia, designándolo su segundo al mando y jefe de la retaguardia.

Vitalio Acuña llegó a Bolivia el 24 de noviembre vía Brasil, con pasaporte panameño bajo el nombre de Joaquín Rivera Núñez y se incorporó a la guerrilla a fines de ese propio mes. Como jefe de la retaguardia, el Che lo dejó al frente de un grupo de combatientes, encargándole, como en la Sierra Maestra, cuidar de los enfermos y de los rezagados.

En abril de 1967 se separó de la fuerza principal comandada por Che Guevara. Aunque este le había ordenado esperarlo en la zona, se vio obligado a abandonarla y ya no pudo reincorporarse a la columna de su jefe.

Joaquín, nombre de guerra de Vitalio Acuña en Bolivia, cayó con todo su grupo el 31 de agosto de 1967, en la emboscada tendida por el Ejército de Bolivia en el vado de Puerto Mauricio, sobre el río Grande.

Sobre las 5:00 de la tarde, el grupo guerrillero comenzó la marcha con Braulio a la cabeza. Ya anochecía cuando llegaron al recodo del río Masicuri. La columna inició el cruce del vado y Vilo Acuña fue el último en entrar al agua sin sospechar la traición de Honorato Rojas, el campesino que los guiaba. Con su acostumbrada amabilidad se despidió de él, agradeciéndole su colaboración.

Solo había avanzado unos metros cuando comenzó el tiroteo. El entonces capitán del ejército boliviano Mario Vargas Salinas y sus hombres, quienes acechaban en la maleza, empezaron a disparar desde ambas orillas. Vilo fue herido durante el cruce, pero logró salir del río, solo para caer muerto en la playa.

De Joaquín el Che escribió en su diario el 27de febrero de 1967: «Muy bueno. Sus funciones de segundo al mando no han sido ejercidas, pero mantiene un gran espíritu en su grupo, como jefe de la retaguardia». (Con información de Ecured y Radio Cadena Agramonte).