Rancho Condado: cuando se mira al futuro

El director de Rancho Condado asegura que es posible crecer en áreas para la siembra (Foto: Ana Martha Panadés)

Por: Ana Martha Panadés Rodríguez

Monte adentro los cedros y las caobas crecen a buen recaudo; solo los más avezados monteros son capaces de llegar allí y confirmar el buen estado de estos bosques, uno de los recursos naturales más preciados que resguarda la Unidad Empresarial de Base Rancho Condado en el municipio de Trinidad.

Además de los recursos forestales, el suelo, las aguas y la raza cubana de ganado cebú son la niña de los ojos de esta entidad perteneciente a la Empresa Flora y Fauna de la provincia de Sancti Spíritus, que tutela buena parte de las tierras comprendidas en comunidades enclavadas en el plan turquino.

A caballo o en la camioneta que traga buena parte del polvo del camino, José Luis Cabrera Sánchez, el director de esta UEB, constata el buen estado de los bosques y comprueba si reciben las atenciones que demandan para asegurar la repoblación oportuna. Sabe que en los más intrincado hay un tesoro que cuidar.

“El objetivo fundamental de nuestra empresa es conservarlos, por esa labor recibimos un financiamiento todos los años. Tenemos 3 mil hectáreas protegidas, allí realizamos diferentes acciones que son supervisadas por el servicio estatal forestal municipal. Es una responsabilidad que asumimos con mucha seriedad.”

Jorge Luis Toledo Beltrán, el jefe de producción de Rancho Condado, es su brazo derecho y desde el campo reconoce el esfuerzo de sus trabajadores, quienes incursionan en otros renglones en bien de la economía familiar y de la base productiva.

Áreas dedicadas al cultivo de hortalizas (Foto: Ana Martha Panadés)

De acuerdo con Toledo Beltrán, ante el llamado de apoyar el programa de autoabastecimiento territorial se insertaron en la producción de hortalizas, calabaza, frijoles y garbanzo, este último con rendimientos muy favorables. “En cuanto cayeron las primeras lluvias de primavera sembramos maíz, también alistamos las naves y recursos para potenciar un módulo pecuario para la cría de codorniz, aves, conejo y ganado”.

Otro de sus productos estrellas es el carbón de primera con destino para la exportación. En todo este año no han existido dificultades para cumplir el compromiso de 10 toneladas mensuales, las cuales no logran salir de frontera a causa de la pandemia. Y mientras esperan mejores tiempos garantizan la distribución del carbón para las unidades de comercio y las instituciones de salud.

Con ello – ilustra Jorge Luis Toledo- contribuimos también a la sustitución de importaciones y al ahorro de combustible. Además, en cuanto se reinicien las operaciones cubanas hacia el exterior retomamos este renglón que nos ha permitido acceder a insumos y a implementos de trabajo.

Las cuatro fincas que se subordinan a la UEB se encuentran bien distantes entre sí; Mayaguara, Meyer, Limones Cantero y la Comunidad 23, las dos últimas en zonas con tradición cafetalera, por lo que uno de los propósitos de Rancho Condado es incrementar la producción del grano y extenderlo también al llano.

Las primeras 14 hectáreas plantadas dieron los rendimientos esperados y confirmaron que la idea anda por buen camino. Entusiasmado, José Luis Cabrera tiene la intención de llegar este año a 20 hectáreas y mantener un ritmo de crecimiento de ese cultivo que va a beneficiar a los 89 trabajadores y también a los planes cafetaleros del municipio.

En el cultivo del platano se emplean técnicas agroecológicas (Foto: Ana Martha Panadés)

Aunque todavía revisan a punta de lápiz los gastos de salarios y las utilidades, la Tarea Ordenamiento les ofrece posibilidades para estimular a los hombres. Así lo asegura Jorge Luis Toledo, quien confirmó las aspiraciones de crecer en áreas cultivables –hoy invadidas por el marabú- lo cual permitirá crear nuevas fuentes de empleo en la comunidad de Condado, donde radica la dirección de la UEB.

Llegar a Rancho Condado es sentirse en familia; desde el café de bienvenida hasta el paseo a caballo por las fincas más apartadas cruzando el río, la hospitalidad de José Luis y Jorge Luis convence de que ni ellos ni el resto de los trabajadores de Rancho Condado no creen en milagros, pero todos miran al futuro.