Entre los pasajeros se encontraba Stella Moris, compañera sentimental de Assange y Gabriel, uno de los dos hijos que la abogada procreó con el periodista australiano durante el tiempo que estuvo asilado en la legación diplomática ecuatoriana en Londres.
Este es un caso político, aseguró Moris a los periodistas, tras recordar que seis meses después que una jueza británica se negó a extraditarlo a Estados Unidos, el fundador de WikiLeaks sigue encerrado en la prisión londinense de máxima seguridad de Belmarsh.
Assange está en la cárcel desde que fue arrestado en la embajada de Ecuador en abril de 2019, y aunque la magistrada Vanessa Baraitser se opuso a entregarlo a los fiscales norteamericanos por razones de salud, decidió que debe esperar tras las rejas por el resultado de la apelación presentada por Washington.
El gobierno estadounidense quiere extraditarlo para juzgarlo por 17 cargos de espionaje y uno de conspiración para cometer piratería informática, que en total conllevaría una sentencia máxima de 175 años de cárcel.
Las acusaciones tienen como base la publicación en WikiLeaks de miles de archivos secretos que pusieron al descubierto crímenes de guerra cometidos por las tropas norteamericanas en Iraq y Afganistán, y valoraciones comprometedoras hechas por diplomáticos del Departamento de Estado sobre gobiernos y líderes políticos extranjeros, entre otros documentos.
Es totalmente injusto y desproporcionado, afirmó Moris, quien también confirmó que está haciendo gestiones para que las autoridades penitenciarias dejen salir a su compañero sentimental, aunque sea de forma temporal, para contraer matrimonio.
El recorrido en barco por el Támesis formó parte de las actividades por el cumpleaños 50 de Assange el próximo sábado, para cuando sus seguidores convocaron a la población a celebrar un picnic en la Plaza del Parlamento.