Los niños en Líbano son los más afectados por la peor crisis económica y financiera en décadas, concluyó una encuesta del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), difundida hoy aquí.
‘Sin mejoras a la vista, más menores que nunca irán a dormir sin comer’, expresó la representante de Unicef en Líbano, Yukie Mokuo.
La salud, la educación y el futuro de los infantes sufren mayor deterioro a medida que los precios de bienes básicos van al alza y el desempleo es cada vez mayor, precisó.
Más familias pasan al nivel de supervivencia negativa, añadió, como enviar a sus hijos a trabajar en condiciones a menudo peligrosas, casar a sus hijas pequeñas o vender pertenencias.
De acuerdo con los resultados de la consulta del organismo de la ONU, durante mayo pasado más de un 30 por ciento de los niños libaneses se fueron a la cama con hambre y se saltaron las comidas.
También 77 por ciento de los hogares en este país carece de dinero para comprar suficientes alimentos, mientras que, entre los refugiados sirios, la cifra llega a 99 puntos porcentuales. Los encuestados confirmaron que 30 de cada 100 niños no recibe atención médica alguna, uno de cada 10 comenzó a trabajar y 15 de cada centenar de familias carece de asistencia social.
La depresión económica es solo una de las crisis agravantes en Líbano, a la que se unen la pandemia de la Covid-19 y las secuelas de la explosión en el puerto en agosto de 2020. (Agencia Prensa Latina).