Por: Ana Martha Panadés Rodríguez
Aunque la tormenta tropical Elsa se aleja de los mares al sur de la región central de Cuba y el municipio de Trinidad quedó fuera de la trayectoria del evento meteorológico, en todo el territorio se sienten los efectos de las bandas de alimentación del sistema meteorológico con lluvias a intervalos y algunos vientos con rachas poco significativas.
Los mayores acumulados de precipitaciones se registran en zonas rurales y montañosas de la localidad, aunque en la cabecera municipal se incrementan las precipitaciones esta mañana en que el cielo luce completamente gris y muchos usuarios de las redes sociales cuelgan las imágenes de la despedida del evento atmosférico.
En Topes de Collantes -según las precisiones del presidente del consejo popular– las secuelas de Elsa se traducen en lluvias y vientos de alguna magnitud, con ráfagas que rondan los 80 kilómetros por hora en esa zona, a más de 800 metros sobre el nivel del mar. Allí permanecen evacuadas 56 personas, entre ellos 17 niños y una embarazada, quienes “reconocen las condiciones del lugar y agradecen la atención recibida”, acotó el líder comunitario.
La mayor preocupación para los habitantes de ese poblado resulta la posible afectación a la cosecha cafetalera, toda vez que los vientos pudieran derribar el grano y el exceso de lluvias y humedad acelerar su maduración, situación que lamenta Orlando Carrazana y los productores que aspiran a superar las más de 19 000 latas recolectadas en la campaña anterior de la variedad arábica, “de excelente calidad y parte de ella para la exportación”.
En las zonas llanas el sistema tropical moja, pero no empapa –comenta a través de la línea telefónica René Godoy, presidente del consejo popular Pitajones-, donde “reina la normalidad, pero no se baja la guardia y permanecen protegidas 1536 personas en casas de familiares y amigos, además de contar con la garantía de alimentos como la leche para los niños y el pan de la canasta básica”.
Al cierre de este reporte, se actualizaba la información ofrecida por Jorge Cueva, presidente del consejo popular de Caracusey, otra de las comunidades trinitarias que tradicionalmente sufre los impactos de los eventos hidrometeorológicos. Allí el consejo de defensa de la zona, con amplia experiencia para enfrentar los riegos provocados por las crecidas de los ríos y las inundaciones, tiene previstas todas las alternativas en función de asegurar los servicios vitales a los habitantes de poblados que pueden quedar incomunicados, como “El otro lado”.
Como parte de las medidas puestas en práctica en el sureño municipio ante la amenaza del organismo tropical, 5 mil 335 trinitarios se encuentran protegidos y de ellos 569 en centros de evacuación, para lo cual se crearon las condiciones indispensables en cuanto a alimentos y otros aseguramientos, al tiempo que se prioriza la atención a los centros que reciben a pacientes sospechosos y positivos al virus SARS-CoV-2 en el peor rebrote que vive la provincia y también la urbe sureña.