Almagro y la guerra estadounidense contra Cuba

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El secretario general de la OEA, Luis Almagro, autor de acciones injerencistas en Bolivia, Venezuela, Nicaragua y otros países, volvió a montarse en la prolongada guerra no convencional que Estados Unidos despliega contra Cuba.

El excanciller uruguayo expresó la víspera su apoyo a los disturbios registrados en Cuba y reiteró sus ataques contra el gobierno de La Habana.

Por el contrario, Sacha Llorenti, secretario ejecutivo de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA-TCP), recordó que ‘las manos de Almagro, manchadas de golpes de Estado y sangre, pretenden nuevamente inmiscuirse en los asuntos de Cuba’.

Esa agenda intervencionista fracasará estrepitosamente porque la Revolución Cubana no depende de nadie más que del propio pueblo cubano, subrayó.

En una alocución televisiva, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, se refirió a los incidentes, promovidos desde Estados Unidos, y planteó que la OEA ha sido capacitada y entrenada para jugar su papel en la guerra no convencional de Washington contra la isla.

Tras mencionar la supuesta preocupación de esa organización por la situación en Cuba, sostuvo que la OEA incluso pretende justificar una eventual intervención humanitaria contra la mayor de las Antillas.

Por qué no se pronuncia contra los daños que provoca el bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos, o la situación epidemiológica y social en otras naciones de América Latina, preguntó el mandatario.

Asimismo, exigió a Washington escuchar a los cubanos y a los estadounidenses que reclaman el fin de ese cerco que mantiene contra Cuba desde hace seis décadas y aceptar la convivencia civilizada.

Por su parte, Rogelio Polanco, miembro del Secretariado del Partido Comunista de Cuba, aseguró que la guerra no convencional incluye acciones en el ámbito económico, político, mediático y sabotajes, además de la aplicación de medidas coercitivas unilaterales para provocar carencias y limitaciones.

Precisó en ese sentido el estímulo de disturbios callejeros y la toma de instalaciones para provocar lo denominado como ‘estallido social’ y ‘cambio de régimen’, incluidos en un manual aplicado en varios países de Medio Oriente, Europa y América Latina.

Polanco aclaró, sin embargo, que es posible derrotar estas acciones cuando hay una población organizada, movilizada y consciente de sus objetivos como nación y de su historia. (Agencia Prensa Latina).