La falsedad original repetida por Díaz Ayuso, alcaldesa de Madrid e integrante del derechista Partido Popular, fue lanzada por seguidores de la candidata neoliberal Keiko Fujimori tras el balotaje presidencial del 6 de junio, ganado por el izquierdista Pedro Castillo, por un margen de más de 40 mil votos.
Ya entonces la ONPE aclaró que el padrón electoral se cierra por ley un año antes del inicio del proceso electoral, por lo que los fallecidos tras el cierre siguen figurando.
El informe indicó que para votar los electores tienen que identificarse con su carné oficial bajo vigilancia de los miembros de las mesas de sufragio y representantes de los partidos en competencia.
La versión de que los muertos sufragaron en los comicios peruanos fue incluida al parecer en un legajo de supuestos indicios de fraude que el político neoliberal Dante Córdova, aliado a Fujimori, difundió en Estados Unidos y España.
Ninguna de las 60 cortes electorales provinciales ni el Jurado Nacional de Elecciones dieron la razón a las denuncias fujimoristas porque carecían de pruebas o de legalidad.
El fujimorismo fracasó también en la pretensión de que sus alegatos sean verificados por una auditoría internacional, pese a que veedores de diversos organismos internacionales y decenas de gobiernos acreditaron la normalidad de los comicios peruanos. (Agencia Prensa Latina).