Por: Ana Martha Panadés Rodríguez
Dos de los campamentos que antes acogieron a las fuerzas constructoras vinculadas a las inversiones turísticas en el municipio de Trinidad acompañan hoy al sistema de salud en el propósito de cortar las cadenas de contagios y funcionan como centros de aislamiento para pacientes sospechosos de la COVID-19: las villas MICONS en playa La Boca y Renán Turiño, ubicada a pocos kilómetros de la ciudad.
En todo este tiempo se ha garantizado la atención a las personas en vigilancia y también a las fuerzas vinculadas a labores constructivas en el sureño territorio, las cuales no se han detenido pese a los impactos de la pandemia, el recrudecimiento del bloqueo de estados Unidos hacia Cuba y la reducción en los niveles de importación de los recursos.
El compromiso es grande –manifiesta Maikel Cobo Rodríguez, Jefe de la Unidad de Servicios de la Construcción Trinidad– pero le recompensa la gratitud de quienes viven la experiencia del aislamiento: “los mensajes llegan a través de las redes sociales, en la calle, de amigos y familiares; eso satisface y da aliento para continuar en los dos frentes: la alimentación de las personas enfermas y de las brigadas que se mantienen a pie de obra”.
Semanas atrás los escenarios constructivos estuvieron limitados, pero en estos momentos se ejecutan acciones en la propia villa MICONS, el campamento Renán Turiño y en el antiguo contingente Alberto Delgado, hoy brigada Tres, todos en proceso de ampliación de capacidades en función del programa inversionista del sector del turismo.
A ello se suma una brigada de 60 hombres que participa en la ejecución de la sala de Hemodiálisis del Hospital General Tomás Carrera Galiano, además de otro grupo vinculado al programa de la vivienda, la reparación de calles y la obra más importante reiniciada días atrás: el hotel Melia Trinidad, con un ritmo constructivo in crescendo hasta completar los 1000 trabajadores, entre obreros y técnicos.