El expresidente de Bolivia Evo Morales denunció a la derecha política de su país por promover maniobras desestabilizadoras disfrazadas de activismo cívico y llamó a sus compatriotas a no caer en provocaciones.
En su comentario el líder indígena hizo referencia a las manifestaciones que para los próximos días promueven partidos y otras organizaciones de derecha como medida de presión para obligar al Gobierno a reabrir la investigación judicial conocida como caso Fraude electoral.
El referido proceso investigó el supuesto fraude en el conteo de votos de las elecciones generales de 2019, en las que Morales fue reelegido en primera vuelta.
La misión de observadores de la Organización de Estados Americanos emitió un informe a partir de datos incompletos sobre irregularidades en el sistema automatizado de conteo, y sugirió que el objetivo de las mismas era beneficiar al primer presidente indígena de la historia del país suramericano.
El documento sirvió de excusa a la derecha boliviana para echar a andar el golpe de Estado que concluyó con la dimisión de Morales y la instauración de un gobierno inconstitucional presidido por Jeanine Áñez.
Estudios posteriores concluyeron que si bien hubo irregularidad en el proceso, no tenían el peso suficiente como para cambiar la tendencia del voto, que en todo momento favoreció a Morales, desechando así la narrativa del fraude y validando la tesis del golpe de Estado.
El más reciente análisis sobre el tema, encargado de manera oficial por el Gobierno de Bolivia a un grupo de investigaciones de la Universidad de Salamanca, España, llegó a igual conclusión, por lo que la fiscalía dio por cerrado el caso.
Sin embargo, la derecha y organizaciones afines insisten en continuar con la investigación y para lograrlo anunciaron manifestaciones y bloqueos de carreteras en diferentes puntos del país andino-amazónico para los próximos días. (Agencia Prensa Latina).