El doctor en Ciencias O`Leary González Matos, director del Cenais, afirmó que durará meses el comportamiento sísmico derivado del terremoto de magnitud 7,4 ocurrido este 14 de agosto en Haití, de cuyas primeras 489 réplicas siete han sido perceptibles en el oriente cubano
El director del Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas (Cenais), doctor en Ciencias O’ Leary González Matos, afirmó que durará meses el comportamiento sísmico derivado del terremoto de magnitud 7.4 ocurrido el pasado 14 de agosto en Haití, de cuyas primeras 489 réplicas siete han sido perceptibles en el oriente cubano.
«Fue un evento muy fuerte –precisó el directivo– que en menos de 30 horas aporta ese balance, y que, además de haberse sentido en todo Guantánamo y Santiago de Cuba, y en parte de Granma, Holguín y Las Tunas, hay reportes de perceptibilidad hasta Nuevitas, en Camagüey, aunque sin afectación significativa en ninguno de los territorios».
El Cenais, radicado en Santiago de Cuba, fue visitado horas después del sismo por el vice primer ministro, Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez, quien, interesado por el impacto en el área del Caribe, y específicamente en la zona sudoriental de Cuba, indagó sobre la moderna tecnología con que se cuenta para dar seguimiento de la actividad sísmica.
Insistió en que, ante la imposibilidad de pronosticar un terremoto, cobra suma importancia ofrecer al pueblo toda la información posible, así como la orientación previa de las medidas de la Defensa Civil para estos casos.
En la visita se aclaró que no se trató de un terremoto de Cuba, sino de Haití, en la falla Enriquillo, que más al sur de la denominada Oriente, atraviesa parte de Jamaica y continúa en Haití, incluyendo el punto del devastador sismo de 2010.
Al ofrecer precisiones a Granma, González Matos explicó que, si bien se trató de un sismo de gran intensidad, su profundidad a diez kilómetros lo clasifica de superficial y, dada su distancia, las ondas que llegan a Cuba son de frecuencias un poco más bajas, lo cual hace que su mayor percepción tenga lugar en edificios altos como una oscilación suave, un oleaje o mareo.
Por esas características pudo haberse producido en Guantánamo o Santiago de Cuba la caída de algún objeto o determinada grieta en alguna estructura, mientras que, en caso de haber sido más cerca el estremecimiento, habría tenido una frecuencia mucho más alta; sin embargo, ajenos a esos detalles especializados, pobladores de la más oriental de las provincias no ocultan el susto pasado.
SUSTO EN GUANTÁNAMO POR EL TEMBLOR
Residente en la capital guantanamera, Katiuska Borges se encontraba en la cocina de la casa cuando sintió que los platos, cubiertos y vasos tomaban vida propia. ¡¿Qué pasa, papá, mira esto?!, exclamó, en busca de ayuda, y el padre, que estaba en el patio, le gritó: ¡Corre, que esto es un terremoto; lo dicen las palmas!
Ahora, sin importar si duró unos segundos, o mucho más, Katiuska sonríe porque nada malo pasó. «La casa sigue igual que antes, el desorden que dejé en la cocina, y mi padre, que ni se inmutó, y sigue recostado de una palma, la misma que le avisó del temblor»
Menor no fue la sorpresa para Sulma La O Malverse, a quien, desde el comienzo de la pandemia, su trabajo como enfermera en el municipio de El Salvador apenas la ha dado chance para un buen sueño, y pensaba que lo tendría este sábado; pero luego de acostarse a las ocho, sintió que la cama se movía.
«No habían pasado unos segundos y ya los vecinos estaban afuera conversando y gritando. Tampoco era esta la noche para descansar y me levanté, pues recuerdo que años atrás vivimos algo similar, pero más fuerte. Ahí yo sí salí corriendo con el niño en brazos, pues aún era pequeño, y afuera vimos que todo se movía como cosa del otro mundo».
Al conocer esas y otras anécdotas, González Matos refiere que la gente ha reaccionado rápido ante cada sacudida de la tierra, y eso es bueno, pues ni en situaciones normales se puede confiar del más leve sismo, y deben tener su mochila con los recursos indicados por la Defensa Civil, que esta vez incluye el desinfectante para la covid-19.
Junto a esas previsiones de suma importancia es la información oportuna, sobre la cual el Cenais mantiene el constante monitoreo en toda la zona sismogeneradora vecina de Cuba, caracterizada por un real estrés sísmico, y donde, como en muchas otras partes del país, la historia recoge la ocurrencia de sismos de gran intensidad.
«Está claro –apuntó el directivo– que ni esos fuertes eventos ni ningún otro pueden pronosticarse; pero así como estamos seguros de que las réplicas continuarán, no se descarta que en nuestra área se incremente la actividad sísmica, pues, como se recordará, después del devastador terremoto de 2010 en Haití, aquí tuvimos, en marzo siguiente, uno de magnitud 5.6.
González Matos aclaró que, para concentrarse e informar lo más importante, no se están emitiendo notas para todos los eventos, pero los interesados pueden encontrar la información detallada en el sitio web www.cenais.cu, que incluye las observaciones compartidas con otras redes de la región, pues lo fundamental es asegurar la protección de la población y de los recursos del país.
ETECSA RESTABLECE ENLACES
Como oportunamente fuera informado por la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba. S.A. (Etecsa), dada la afectación causada por el terremoto de magnitud 7.4 en algunos enlaces internacionales que prestan servicios en la Isla, ubicados en el área, podría percibirse inestabilidad del servicio de conexión en los horarios de mayor tráfico; situación en la cual, para su solución, ya atendían los proveedores internacionales.
La propia entidad comunicó a sus clientes que, como resultado del trabajo de los proveedores internacionales, en la madrugada del domingo quedaron restablecidos los enlaces internacionales que fueron afectados por el fuerte sismo.
La información añade que se mantiene el monitoreo de los niveles de tráfico, así como de la percepción del servicio a través de los canales oficiales de la empresa. (Tomado de Granma).