La ayuda, aún insuficiente, se concreta en los adultos mayores que carecen de familiares obligados o en condiciones de ofrecer apoyo a través de diversas vías
Por: Mary Luz Borrego
Aunque dado el elevado envejecimiento poblacional existente hoy en Sancti Spíritus y la crisis económica que atraviesa el país la ayuda estatal a la tercera edad aún resulta insuficiente, la Asistencia social del territorio protege hoy con prestaciones económicas y de servicios para aliviar sus vulnerabilidades a más de 3 500 adultos mayores que carecen de familiares obligados o en condiciones de ofrecer apoyo.
Darién Martel Cuéllar, subdirector de Prevención y Asistencia social en la Dirección provincial trabajo, detalló que más de 470 de ellos reciben atención en los hogares de ancianos y casas de abuelos, muchos incluso con el pago estatal de esos servicios, gasto que solo en lo que va de año ya suma alrededor de 540 000 pesos.
Además, los trabajadores sociales de cada Consejo Popular se encargan de entregarles a los adultos mayores que se encuentran en desventaja económica algunos recursos para resolver problemáticas de su vida cotidiana como camas, colchones, útiles de cocina, sábanas, toallas, entre otros avituallamientos.
La tercera edad también se protege aquí con la posibilidad de acceder a los comedores del Sistema de Atención a la Familia, donde hoy asisten unos 650 abuelos que no disponen de condiciones para elaborar sus alimentos en casa, a algunos de los cuales la Asistencia social les financia ese servicio.
Por otra parte, casi 480 ancianos que viven solos se favorecen con la ayuda de las asistentes sociales a domicilio o cuidadoras; y decenas de combatientes reciben una prestación monetaria excepcional para atender sus necesidades más perentorias.
Igualmente, 2 250 abuelos que carecen de jubilación y apoyo familiar reciben una prestación monetaria temporal para adquirir la canasta básica y atender sus principales urgencias domésticas y personales.
A pesar de esta contribución a la tercera edad, Martel Cuéllar reconoció que la atención a ese segmento poblacional constituye hoy un desafío de primer orden dado el elevado envejecimiento poblacional del territorio, considerado entre los más longevos de Cuba.
Así mismo, recordó que en cada Consejo Popular existe un Grupo de prevención con un trabajador social a quien pueden dirigirse en busca de ayuda los ancianos o sus familias con problemáticas de esta naturaleza.
En general, la Asistencia Social en la provincia protege actualmente a 4 229 núcleos que reciben prestaciones económicas y de servicios por sus vulnerabilidades, para lo que cuenta con un presupuesto de 157 millones de pesos, de los cuales cerca del 80 por ciento ya se ha ejecutado. (Tomado de Escambray).