De acuerdo con declaraciones de un portavoz del Consejo de Ministros, divulgadas este jueves por el diario La Repubblica, durante la última reunión de esa instancia gubernamental se dio luz verde a un proyecto sobre este tema presentado por el titular del Interior, Marcello Piantedosi.
El nuevo texto sobre disposiciones urgentes para la gestión de flujos migratorios, según Piantedosi, «tiene como objetivo conciliar la necesidad de garantizar la seguridad de las personas recuperadas en el mar, de conformidad con el derecho internacional y nacional pertinente, con la de proteger el orden público y la seguridad”.
Entre otras medidas, establece que los buques de salvamento podrán transitar e intervenir únicamente para socorro, bajo el control e indicaciones de las autoridades territoriales, y en caso contrario, se imponen sanciones al capitán y al armador, de 10 mil a 50 mil euros, e incluso podría ser decomisada la embarcación.
Señala además que “el tránsito y estacionamiento de buques en el mar territorial están garantizados en todo caso con el único fin de garantizar el salvamento y asistencia en tierra de las personas embarcadas para proteger su seguridad”, y deben llegar sin demora al puerto asignado para culminar la operación de rescate.
Las organizaciones humanitarias podrán realizar un único salvamento, e informar inmediatamente a las autoridades para pedir el desembarco de esas personas en un puerto seguro, a la vez que estarán prohibidos los transbordos de un buque a otro.
Habrá que preguntar a los migrantes a bordo si pretenden solicitar protección internacional, para que el país de abanderamiento del barco se haga cargo de esa petición.
Piantedosi adelantó recientemente el propósito del Gobierno italiano de tomar medidas para “enfrentar el flujo migratorio ilegal y defender nuestras fronteras” ya que, según dijo, “la situación actual no es sostenible para nuestro país”.
(Tomado de Prensa Latina)