La destacada artista de la plástica inauguró una exposición en predios del Museo de Arquitectura de Trinidad, otro de sus homenajes a esta ciudad de ensueño en su cumpleaños 509
Por: José Rafael Gómez Reguera
La inquieta Yudit Vidal Faife siempre sorprende. Lo mismo emprende nuevos proyectos para que su grupo de artesanas artistas tejan, deshilen o borden, que retoma trabajos anteriores. Con esa laboriosidad, cual abeja reina, vuelve a deslumbrarnos con formas y colores para placer del espíritu. Ese es el caso de su nueva propuesta, inaugurada en predios del Museo de Arquitectura, Identidad de ciudad, en ocasión del cumpleaños 509 de la Tercera Villa de Cuba y su 50o Semana de Cultura.
Desde el propio título escogido para este regalo, el espectador se prepara para regodearse. Y aunque siempre hay sorpresas, conoce que tratándose de Yudit y su proyecto, la calidad está asegurada.
Destacan, en esta oportunidad, no solo las grandes proporciones de los cuadros expuestos, donde resaltan hermosas manualidades, sino también el inusual colorido que ahora esta artista de la plástica imprime a tales creaciones, antes con tonos más tenues, aunque siempre elegantes, con trazos firmes y figuras sensuales, llamativas.
Muchas de estas son composiciones ya habían sido mostradas, pero es grato volver a disfrutarlas con este pase de mano en el que se fusionan las integrantes del proyecto Entre hilos, alas y pinceles, guiadas por Yudit, incluso, fuera de las fronteras trinitarias. Ella las ha aupado hasta otras tierras del mundo, confirmando lo acertado del trabajo en equipo.
Esas que ella llama «sus muchachitas», y para las cuales reclama total protagonismo, son experimentadas artesanas artistas, verdaderas maestras en esta revitalización de la lencería sureña, con un significativo despegue en los últimos años, gracias a lo cual Trinidad fue proclamada Ciudad Artesanal, por el Consejo Mundial de Artesanía, adscrito a la UNESCO, y Ciudad Creativa en Artesanía y Artes Populares, por le referida entidad de las Naciones Unidas.
Si grande es Yudit, y puede parecer un lugar común que lo escriba, grandes son estas mujeres que le secundan en cada aventura, alimentando su intelecto, demostrando sus habilidades y destrezas, y de conjunto, regalándonos un muestrario de piezas textiles y pictóricas, con una humildad fuera de serie.
Como todo trinitario, ellas saben que crean para el crecimiento espiritual fe una urbe que ya rebasa los cinco siglos de existencia y vive orgullosa de sus raíces. De ahí, de su historia, leyendas y tradiciones, proviene esa sabia nutricia que ahora llega del pasado y alimenta el presente, corre por las venas de estas mujeres que con Yudit al frente, se sienten impulsadas a enamorar con hilos, agujas y pinceles.