Pese a los intentos de resolver los problemas económicos globales hoy en el Foro Económico Mundial (FEM) de esta ciudad sobresale la desigualdad global y lo difícil de paliar situaciones como la del hambre
Por ejemplo, activistas climáticos muestran pancartas de protesta en las manifestaciones apreciadas en el centro turístico alpino, contra una reunión que no parece ir por buenos rumbos (15-20 de enero).
Quienes refutan ante ese Foro, señalan este martes el alza de la desigualdad en el mundo debido a la pandemia de la Covid-19. Este elemento lo remarca Oxfam Internacional, que propone impuestos adicionales para las grandes fortunas.
Al respecto aparece la advertencia sobre una explosión de desigualdad, lo que acapara la atención del FEM, espacio diseñado hace más de media década para abordar los principales problemas económicos del mundo.
La ONG Oxfam Internacional publicó en esta semana su más reciente informe anual, en el que destaca que el 1,0 por ciento de la población acumuló una fortuna adicional de más de 42 billones de dólares (un billón equivale a un millón de millones), más del doble que el restante 99.00 por ciento, y se apoderó de dos tercios de la riqueza desde 2020.
Oxfam calcula que la fortuna de la minoría más privilegiada suma dos mil 700 millones de dólares cada día, al tiempo que los salarios de cerca de mil 700 millones de trabajadores crecen por debajo de la inflación.
Horas antes del inicio oficial del encuentro de líderes, el Foro publicó una encuesta de presidentes de grandes corporaciones, en la que dos tercios de esos líderes financieros creen en la posibilidad de una recesión global en 2023, y el 18,00 por ciento la considera extremadamente probable.
El panorama es especialmente pesimista para Europa, donde el 100 por ciento de los encuestados prevé un crecimiento económico débil o muy débil este año, un porcentaje que baja al 91,00 en el caso de Estados Unidos, al 68,00 en Latinoamérica y al 48,00 en China.
La encuesta del Foro Económico Mundial se basó en 22 respuestas de un grupo de economistas sénior de organismos internacionales, incluido el Fondo Monetario Internacional, bancos de inversión, multinacionales y grupos de reaseguros.
Esa cita congrega a más de dos mil 700 guías, la mayoría de ellos políticos y empresarios, y pese a esos toques de preocupación la mayoría de los principales a nivel global no acuden en esta oportunidad, incluido el presidente estadounidense, Joe Biden.
Por lo tanto, los analistas consideran que poco se puede esperar de los debates de Davos, mientras las preocupaciones de las naciones más pobres siguen un curso de mal para peor. (Agencia Prensa Latina).