Aniversario 62 del natalicio de la intelectual espirituna Ada Elba Pérez Rodríguez

Fue la autora de numerosos textos musicalizados que disfrutan varias generaciones de cubanos, sobre todo en voz de Liuba María Hevia, su compañera de vida y de presupuestos estéticos

Por: Rafael Novoa Pupo

A 62 años de su natalicio en el poblado de Jarahueca el 20 de septiembre en 1961, la poeta espirituana Ada Elba Pérez Rodríguez, continúa estremeciendo con sus poemas y canciones, a los amantes de la lectura y la música.

Sus padres de origen humildes, tuvieron una sensibilidad e inteligencia especial para alentar el desarrollo intelectual y artístico en Ada Elba, que desde bien pequeña cantaba, recitaba y actuaba. Además se mostraba curiosa hacia los libros, razón por la que tuvo de regalo su primera guitarra, instrumento con el cual comenzó a componer desde muy temprano inspiradas cuartetas, anunciándose así de que su destino era ser artista, razón por la que estudió Artes Plásticas, en la Escuela Provincial de Arte Olga Alonso, en la ciudad de Santa Clara.

Luego con la energía de su juventud llegó a la Habana, graduándose en la especialidad de escultura en la Escuela Nacional de Arte, para seguidamente ejercer como profesora en la Isla de la Juventud, período donde tuvo alumnos muy destacados entre ellos al pintor Kcho. También allí colaboró en los periódicos Mangle Rojo y Victoria, fue presidenta del Círculo Cultural «Alejo Carpentier» y formó parte del Coro Municipal, así como de un grupo musical.

Al llegar el año 1982, Ada Elba se integró a la Brigada «Hermanos Saíz». A partir de entonces su obra literaria logró obtener numerosos premios en Cuba y el extranjero, entre ellos un reconocimiento a su destacada participación en el Movimiento Artístico y Literario en 1986, además de un «Diploma de Honor» por su cooperación al Movimiento de Artistas Aficionados en 1988. Ese mismo año fue invitada por el Ateneo de Caracas y el Museo de Arte Maracaibo para exponer su obra. En 1991 participó en la Jornada «Homenaje a Sor Juana Inés de la Cruz» en México, y también recibe el premio «Abril» de música.

Identificada en la obra del novelista, narrador y ensayista cubano Alejo Carpentier, hizo un busto del escritor, siendo la primera escultura que en el mundo, se ofrendaba al autor de El siglo de las luces.

Ada incursionó en varios géneros literarios: poesía, cuento, novela, testimonio y crítica literaria. Entre los temas abordados en sus obras, se destacan el canto a la tierra que labra el campesino, internacionalismo, optimismo y el amor a su pueblo de Jarahueca.

El primer volumen de poemas que publicó fue Identidad. Ganó el galardón de Poesía Luis Rogelio Nogueras por la obra Apremios. También han sido publicados sus poemarios “La cara en el cristal” que ganó el Premio Abril y Fin del pájaro sur. Además su gusto por la ficción se aprecia en los cuentos que escribió y la novela que dejó inédita.

Obtuvo numerosos elogios por su guajira “Siembra sembrador”. El 18 de febrero de 1993 Día del Instructor de Arte, le fue otorgada la medalla «Raúl Gómez García» y el premio «Abril». Compuso para los pequeños bonitas canciones. En su mapa musical están muchas de ellas junto a Liuba María Hevia, con quien compartió vida y presupuestos estéticos.

En los momentos en el que desplegaba con más intensidad su trabajo de promotora cultural en la Casa de Cultura en el municipio capitalino de Plaza, Ada Elba Pérez falleció el 14 de julio de 1992 con sólo 30 años, en un accidente de tránsito cuando un individuo completamente borracho la atropelló.

Desde el año 1997, en el mes de septiembre se celebra en La Habana, Isla de la Juventud y su natal Jarahueca, la Bienal Identidad. En el marco de esas actividades son premiados los ganadores en Literatura y Artes Plásticas de los Concursos anuales «Ada Elba Pérez». (Con información de periódico Invasor y Agencia Cubana de Noticias).