En el sumario de la Causa 37, Fidel Castro responde a sus acusadores: “Estos jóvenes como yo, aman la libertad de su patria, ellos no han cometido ningún delito, a no ser que se estime que es delito querer para nuestra patria lo mejor, ¿Acaso eso no fue lo que nos enseñaron en la escuela?”
Por: Rafael Novoa Pupo
Habían transcurridos solamente cincuenta y siete días, cuando en el amanecer del 21 de septiembre de 1953 en la sala del pleno de la audiencia de Oriente en Santiago de Cuba, se daba inicio al juicio más trascendente de nuestra historia contra los asaltantes a los cuarteles Moncada en Santiago de Cuba y Carlos Manuel de Céspedes en Bayamo.
Entre bayonetas, esposados y conducidos por militares de la dictadura de Fulgencio Batista, los encartados no negaron los cargos, y confirmaron que en el año del centenario del nacimiento del apóstol, no lo dejarían morir.
En el sumario de la Causa 37, aparece la comparecencia de Fidel Castro ante el tribunal que lo juzga, y donde el Jefe del movimiento 26 de julio, responde a sus acusadores: “Estos jóvenes como yo, aman la libertad de su patria, ellos no han cometido ningún delito, a no ser que se estime que es delito querer para nuestra patria lo mejor, ¿Acaso eso no fue lo que nos enseñaron en la escuela?”
Este proceso, culminó con el alegato de autodefensa pronunciado por Fidel, conocido hoy mundialmente como “La Historia me Absolverá”. El asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, sembró la semilla de un campo histórico en la república dominada. Fue la base de una revolución triunfante, cuya incidencia trascendería las fronteras nacionales para irradiar a toda la América. (Con información de Cuba periodistas y Agencia Cubana de Noticias).