Han sido meses de espera, de estudios y consultas online para despejar, poco a poco, los contenidos y las dudas; vacunados contra la COVID-19 y con muchísimos retos por delante, este lunes regresan los jóvenes y su peculiar algarabía a la Universidad de Sancti Spíritus José Martí Pérez, de esta ciudad, para reanudar el curso escolar.
Tras funcionar hasta este 22 de octubre como hospital de campaña para positivos al SARS-CoV-2, la casa de altos estudios ha protagonizado una verdadera carrera contra el tiempo para alistar salones, aulas y sobre todo, la residencia que por semanas albergó a los pacientes; quizás por ello, a nadie extrañe encontrar ahora, después de muchísimo esfuerzo, una instalación más acogedora.
La vuelta a la presencialidad de sus pupilos, aun cuando se hará de forma escalonada por facultades y semanas, entraña el desafío, ante todo, de evitar los contagios y la Doctora en Ciencias Nayma Trujillo Barreto, rectora de la institución, es categórica en ello: habrá una exigencia muy superior para cumplir con los protocolos sanitarios y preservar la vida de trabajadores y alumnos, significó.
De acuerdo con un material divulgado por el centro en las redes sociales, más de ocho mil 300 educandos se reincorporan desde este primero de noviembre al plantel, de los cuales unos 900 son del curso regular diurno; para todos están bien definidos los horarios y materias, pues el objetivo es que la distancia impuesta por la propagación del nuevo coronavirus tenga el menor impacto posible en su formación como futuros profesionales.
Al decir del también Doctor en Ciencias Pedro Fuentes Chaviano, vicerrector de la “José Martí Pérez”, especial atención se brindará al primer y segundo año, quienes trabajarán todo el tiempo de manera presencial, a la culminación de estudios y a aquellos educandos que no pudieron terminar alguna asignatura por problemas tecnológicos o de acceso a las plataformas digitales.
Fuentes Chaviano especificó que en el caso de esos jóvenes que por motivos diversos aún les faltan materias por presentar se les darán consultas u otro tipo de opciones para que puedan hacerlo y proseguir así con el curso.
Mientras los colectivos de carreras y años reajustan las actividades en los dos periodos definidos por la institución espirituana para finalizar el actual periodo lectivo, los ejercicios de culminación de estudios universitarios igualmente están previstos de manera escalonada.
En este sentido, el vicerrector detalló que la intención es que los alumnos del curso regular diurno, por ejemplo, puedan graduarse en diciembre e incorporarse a la vida laboral en enero de 2022; en tanto, otra de las modalidades a las que les dan seguimiento es a los programas de ciclo corto, porque su duración es de solo dos años y se han visto muy afectados por la pandemia de la COVID-19.
Aunque las cifras de contagios muestran una tendencia a la disminución en este territorio central, luego del peor de los rebrotes vividos aquí, las autoridades sanitarias han insistido en la necesidad de extremar las medidas, sobre todo cuando se reanudan las clases en las sedes de la casa de altos estudios y se anunció para este lunes, a su vez, la reactivación gradual de la transportación masiva.