Guerra declarada contra el Aedes en Sancti Spíritus

Más de 300 reservistas de las FAR intervienen en la lucha antivectorial. (Foto: Vicente Brito/ Escambray)En ascuas permanece el mundo por el zika, propagado de “manera explosiva”, en palabras de la dirección general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), institución que declaró al planeta en emergencia internacional por la enfermedad.

La propia OMS asegura que la dolencia constituye la principal sospechosa del incremento de malformaciones congénitas como la microcefalia en niños nacidos en Brasil, nación del continente americano con la mayor cifra de aquejados del virus.

Llama Raúl a cumplir medidas preventivas contra el Zika

Sin embargo, como alguien sostiene, el zika es un viejo conocido. El hallazgo del virus data de 1947, cuando investigadores lo descubrieron en un mono Rhesus en los bosques de Zika, Uganda; pero no fue hasta 1952 que análisis serológicos determinaron la infección en seres humanos en Uganda y Tanzania.

En la isla de Yap, de Micronesia, en el Océano Pacífico, se detectó en 2007 por primera vez fuera de su área geográfica original —África y Asia—. Más cercano en el tiempo, en el 2013 comenzó un brote en la Polinesia Francesa, donde se diagnosticaron 10 000 casos, de ellos unos 70 graves, al desarrollar complicaciones neurológicas como la meningoencefalitis; también la leucopenia, o sea, la disminución del nivel normal de leucocitos en la sangre.

Esta semana, fuentes del Ministerio de Salud Pública (Minsap) confirmaron la presencia del zika en 32 países de las Américas, 28 con transmisión autóctona y cuatro con casos importados. A la par de ello, alertaron acerca del alto riesgo de introducción de la enfermedad en el país debido a dos razones: la amplia cooperación e intercambio internacional y los elevados niveles de infestación del mosquito del género Aedes (aegypti y albopictus), agente transmisor del zika, dengue, chicungunya y de la fiebre amarilla.

CAMPAÑA DE VERDE OLIVO

En la lucha antivectorial, el teatro de operaciones no ha cambiado; aunque sí la infantería. Desde hace poco más de una semana y como parte del plan de acción para prevenir y enfrentar las afecciones transmitidas por los mosquitos, conducido por el Minsap, más de 300 reservistas, junto a oficiales permanentes y de la reserva de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), con el apoyo de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), han tomado las ciudades de Sancti Spíritus y de Trinidad, tradicionalmente las de mayor cantidad de focos del insecto en la provincia.

Para entrar en plenitud de forma, esta fuerza pasó por un chequeo médico y por una fase intensiva de preparación, como refiere el teniente coronel Ernesto Díaz González, al frente del grupo de trabajo de las FAR y Salud encargado de dar seguimiento a esta operación en el territorio.

En la madrugada, cuando la mayor parte de la población duerme a piernas sueltas, se procede a la elaboración de la mezcla empleada en la fumigación en la llamada nave de vectores de la ciudad cabecera y en la de Trinidad, bajo un estricto control de las normas técnicas, no siempre cumplidas hasta ahora.

Una vez listo el producto, se traslada al amanecer a las áreas de atención primaria de Salud (policlínicos), donde se concentran las brigadas, compuestas por cinco bazucas o mochilas, 10 operarios de la reserva y un oficial, responsabilizados con la fumigación de las viviendas y centros laborales, que totalizan unos 64 170 locales en la provincia.

¿Qué cuestiones deben perfeccionarse para que la campaña sea efectiva?

“Todavía se continúan reportando muchas casas cerradas; eso limita el avance del trabajo. Ha faltado información en el barrio; las organizaciones de masas pudieran tener un papel más activo”, reflexiona Díaz González.

A colación con ello, las alternativas para revertir estas debilidades debe constituir punto fijo en las audiencias sanitarias iniciadas este viernes y previstas a extenderse hasta el primero de marzo, en los Comités de Defensa de la Revolución, a raíz del llamamiento del General de Ejército Raúl Castro para encarar la situación epidemiológica actual.

CAMBIO DE RUTINA

Las rutinas diarias de los jóvenes reservistas de las FAR Bárbaro Aguiar Rodríguez, trabajador de la Empresa de Servicios Especializados de Protección S.A. (Sepsa), y Julio León Jacomino, obrero del Jardín Botánico, se han trastocado por un mes. En el portal de una casa, en el reparto Escribano, de la ciudad de Sancti Spíritus, confiesan que nunca se imaginaron en las funciones de operarios de la lucha antivectorial contra el mosquito; pero reconocen la emergencia del momento y el valor de su aporte individual.

Ambos efectivos también destacan la importancia del matutino convocado cada día en las cercanías del Policlínico Centro, donde el mayor Adriano Portal Rodríguez, jefe de Ingeniería del Sector Militar de Sancti Spíritus y al frente ahora de las brigadas de esta área de Salud, puntualiza a primera hora de la mañana las principales misiones de la jornada.

Casi a punto de poner un pie en el círculo infantil Los Bomberitos, de Olivos II, el oficial asegura que viene a coordinar la fumigación del venidero día. “Lo hacemos porque aquí hay muchos niños y sus padres, por supuesto, trabajan”, aclara Portal Rodríguez.

¿Qué hacen cuando los locales se los encuentran cerrados?

“Volvemos al final de la tarde; pero lo ideal es que en la casa haya alguien. Si quedan viviendas sin fumigar, el mosquito sigue vivo ahí”.

¿Se han dado casos de personas negadas a la fumigación?

“Cuando se presenta una situación de este tipo, hablamos con la persona y la persuadimos. Nosotros no estamos en esta tarea por capricho de nadie; existe el peligro real de que entre el zika. Si alguien se niega por completo, está orientado llamar inmediatamente a la PNR para que actúe”, advierte.

El recordatorio nunca sobra: el delito de propagación de epidemias está recogido en el Código Penal, que establece multas y la privación de libertad de uno a tres años. A raíz de la aplicación del Decreto-Ley No. 272, el pasado año se impusieron 3 450 multas debido a la presencia de riesgos ambientales en las viviendas y otros locales, según las estadísticas de la Dirección Provincial de Salud, sector que por estas semanas prioriza la vigilancia focal, entre otras acciones.

La guerra al Aedes está declarada nuevamente. Los 143 casos confirmados de dengue en el 2015 en Sancti Spíritus dan fe de que el mosquito no solo vuela, sino que pica e infecta. Por ello, cuando los uniformados de verde olivo toquen a la puerta de su casa, no lo piense dos veces; ábreles sin reparo alguno, pues es una de las formas para cortarle las alas a la entrada del zika a Cuba.

(Tomado de Escambray Digital)