El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) anunció hoy que la próxima semana comenzarán las conversaciones con Ciudadanos (C»s) y Podemos para intentar formar un nuevo gobierno en este país.
Más de tres meses después de las elecciones generales del 20 de diciembre, que dejaron una inédita fragmentación de votos, los equipos negociadores de las tres agrupaciones se reunirán previsiblemente a partir del lunes.
En declaraciones a periodistas el portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados, Antonio Hernando, se congratuló que todas las partes implicadas aceptaran sentarse en una misma mesa de diálogo para tratar de limar sus diferencias y llegar a acuerdos.
Vamos a superar «todos esos imposibles» a los que muchos se refirieron durante todo este tiempo, enfatizó Hernando, tras reconocer que el proceso no será fácil.
Aclaró que la organización centenaria no romperá su polémico pacto con el partido de centroderecha Ciudadanos, sino que buscará mejorarlo y complementarlo con propuestas de Podemos.
El secretario general de esa última agrupación de centroizquierda, Pablo Iglesias, llamó hoy al PSOE a aceptar su propuesta de formar un gobierno de coalición progresista, mediante la abstención de C’s.
Iglesias opinó que a su homólogo socialista, Pedro Sánchez, le cuesta entender que hay vida más allá de Ciudadanos, en alusión al controvertido trato sellado con el presidente de C’s, Albert Rivera.
Expresó que la posibilidad de gobernar con ese acuerdo fracasó el 4 de marzo, cuando el Congreso de los Diputados denegó la investidura de Sánchez a la presidencia del Ejecutivo español.
Sería lógico que Ciudadanos, como cuarto partido más votado en España, permitiera al PSOE y Podemos -segunda y tercera fuerzas parlamentarias- explorar la conformación de un gobierno, propuso el joven profesor universitario.
Al menos deberían plantearse la abstención para favorecer esa opción y con ella evitar una repetición de elecciones, insistió el máximo dirigente de la llamada agrupación morada.
En esa línea, exhortó a Rivera a realizar un sano ejercicio de responsabilidad de Estado y cambiar su radicalismo verbal por una actitud más transigente.
Transcurridos 100 días de las elecciones del 20 de diciembre, la clase política española tiene hasta el 2 de mayo para intentar alcanzar un arreglo que impida otra cita con las urnas.
Si antes de esa fecha no se resuelve la gobernabilidad, el presidente del Congreso disolverá las Cortes Generales (parlamento bicameral) y convocará nuevos comicios para el 26 de junio.
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(Tomado de Prensa Latina)